El impacto a las instituciones financieras de Latinoamérica por la crisis bancaria que ocurrió en Estados Unidos y Europa fue limitado gracias a la solidez de los mecanismos de regulación con los que cuentan la industria bancaria.
La consultora inglesa Ernst & Young (EY) señala que los recientes colapsos de bancos estadunidenses y suizos están lejos de ser una crisis mundial, pero que representan un desafío para las economías y sobre todo generaron dudas sobre el panorama en América Latina.
Sin embargo, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) resaltó que países como Colombia, México y Perú tienen entidades reguladoras que están atentas para evitar cualquier posible afectación al sector.
EY asegura que las instituciones latinoamericanas tienen que tomar esto como un ejemplo para mejorar en la generación de confianza en el mercado y prestar atención a los escenarios de riesgo, ya que podría haber algunos efectos en la región.
Una de las posibles consecuencias puede ser la cautela y la búsqueda de “buenas inversiones” en algunos sectores, como pueden ser las fintech.
Además los bancos latinos aún deben prestar atención a otros aspectos, como la inflación, que es más preocupante, por lo que se deben sumar esfuerzos e implementar mejores prácticas en América Latina.
Actualmente no se espera que lo sucedido se vuelva un “efecto domino”, mas los países deben dar seguimiento a la evolución del sistema financiero internacional, así como a las consecuencias que puede haber en el futuro de la economía.
(milenio.com)