Tras dos años de contracción por la pandemia, el sector inmobiliario en México espera tener en 2023 un ligero repunte de más del 1 por ciento, alentado por el sector vivienda en las grandes ciudades, comentó el nuevo presidente del Consejo Nacional de directores de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (Ampi), Ignacio Lacunza Magaña.
“El sector inmobiliario a lo largo de la historia demostró una resistencia que permite que la economía de los países se recargue en él, para poder salir avante en los retos que la pandemia nos trajo”, señaló Magaña en su toma de posesión.
Comentó que la demanda inmobiliaria para el 2023 definitivamente no se detendrá, se adaptará a los nuevos requerimientos como la digitalización, que son fundamentales en la actualidad.
“Es por eso que persistiré en que el sector innove, impacte y dé soluciones, de tal manera que podamos satisfacer la demanda, además de buscar una alianza en el rubro de la vivienda de interés social”, subrayó.
Explicó que las desarrolladoras de vivienda detuvieron sus procesos debido a que el precio de la tierra es muy alto, por lo que considera que se requiere de una alianza muy importante, un “binomio perfecto” entre la autoridad y la iniciativa privada para que el consumidor final, que son aquellas personas que tienen créditos con instituciones públicas, como el Infonavit, Fovissste, entre otros, pueda usarlo con seguridad.
Con datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), informó que de 2012 a 2016, se colocaron un millón 744 mil 680 viviendas, mientras que, de 2018 al año pasado fueron 665 mil 672 casas, lo que representa una caída de 61.84 por ciento, por lo que consideran vital crear una alianza que impulse a la vivienda social.
“Tenemos que intervenir entre gobiernos estatales y municipales porque, en todos los estados, las zonas urbanas están saturadas, no hay superficies de 4 a 5 hectáreas para meter vivienda de interés social, y si las hay, están fuera de la mancha urbana”, refirió.
Esto a su vez genera problemas de conectividad y de servicios, haciendo aún más necesaria la alianza, agregó.
“La caída en la colocación de créditos no se debe a que el Instituto no esté ofreciendo alternativas y nuevos productos para que los trabajadores usen los créditos, el problema es que no hay suficiente oferta asequible para la mayoría de la fuerza de trabajo”, explicó.
El sector inmobiliario en 2022
En 2022, la inversión en el sector fue de 511 mil millones de pesos, en la cual la vivienda tradicional tuvo una presencia, de 265 mil 720 millones de pesos, que representa 52 por ciento de esta inversión.
Mientras que la vivienda vacacional registró una participación de 17.6 por ciento equivalente a 90 mil 143 millones de pesos y para los hoteles de 48 mil 75 millones de pesos, 9.4 por ciento de la inversión total.
En tanto, 6 mil 572 millones de pesos fueron destinado a el segmento comercial y 42 mil 1494 millones de pesos para el sector inmobiliario industrial, representado 9.1 y 8.3 por ciento respectivamente,
Es por ello que la Ampi pronosticó que el mercado alcance una oferta de 22 mil casas en el 2030, año en el que podría duplicar las ventas actuales.
“Las ventas en el mercado vacacional son de 3 mil millones de dólares, pero a finales de esta década serán de 7 mil millones de dólares”, comentó Ignacio Lacunza Magaña.
(milenio.com)