Nueva York.- México cuenta con suficiente capacidad para hacer frente a choques adversos y elevada credibilidad respecto de su política económica por lo que su perspectiva crediticia se considera estable, aseguró hoy la calificadora Moody´s Investors Service.
En su análisis anual de crédito soberano, la calificadora internacional destacó que el grado A3 que posee la deuda de México, con perspectiva estable, está fuertemente apoyada por el bajo nivel de exposición que tiene la deuda gubernamental frente a moneda extranjera.
El grado también es respaldado por “riesgos de refinanciamiento y tasas de interés moderados, y por razones de deuda que se encuentran en línea con las observadas” en los países que comparten esa misma calificación.
El análisis subrayó como “factores clave” de la calificación de la deuda mexicana “la capacidad del gobierno para hacer frente a choques adversos aunada a la elevada credibilidad de la política económica”.
“El perfil crediticio del gobierno se ha fortalecido conforme las autoridades han aprovechado oportunidades en los mercados financieros internacionales para diversificar su base de inversionistas y extender el perfil de vencimientos promedio de la deuda”, explicó Moody´s.
La agencia con base en Nueva York resaltó igualmente que se han derivado beneficios de la reforma fiscal, lo que ha contribuido a fortalecer el desempeño de los ingresos no petroleros.
La calificación de México incorpora la expectativa de Moody´s de que las reformas estructurales mejorarán las perspectivas económicas de mediano plazo conforme un mayor nivel de inversión eleve el crecimiento potencial durante la segunda parte del sexenio.
“Nuestra expectativa es que los beneficios de las reformas se materializarán a través del tiempo. Con base en ello, esperamos que la calidad crediticia del soberano no registre cambios significativos este año y el próximo”, dijo el vicepresidente de Moody´s, Mauro Leos.
La agencia estima que el Producto Interno Bruto (PIB) del país aumentará 2.7 por ciento en 2015, con una aceleración del crecimiento durante la segunda mitad del año, que se extenderá a 2016.
Precisó que los retos crediticios del gobierno mexicano incluyen consolidar las cuentas fiscales a través de un ejercicio más disciplinado del gasto para lograr la reducción de los déficits gubernamentales y la estabilidad de los indicadores de deuda.
Otros retos están relacionados con vulnerabilidades asociadas a la relativamente elevada proporción de deuda local que se encuentra en manos extranjeras, detalló la calificadora.
La calificación de México podría aumentar si el PIB reporta crecimiento sostenido con tasas anuales iguales o superiores a cuatro por ciento.
La calificación también podría mejorar si el gobierno amplía en forma sustancial sus colchones financieros o si se llega a observar una clara tendencia a la baja en los indicadores de deuda gubernamental, estimó Moody´s.