Nueva York.- La creciente sofisticación de la manufactura de México y Centroamérica se constituirá en el motor del desarrollo económico de Latinoamérica en la siguiente década, apuntó el Centro Internacional de Desarrollo de la Universidad de Harvard.
En un informe difundido este viernes, el Centro Internacional de Desarrollo (CID) indicó que el estimado del crecimiento económico de México del presente año a 2023 es de 4.4 por ciento anual, mayor que el de Brasil (3.6), Perú (2.6) y Chile (2.0).
“La reciente diversificación de México hacia la manufactura sofisticada de productos electrónicos, así como una creciente industria automotriz, lo deja ubicado para recuperar literalmente su posición como el motor económico de América Latina”, según el reporte.
Como han estimado otros análisis, México desplazará a Brasil como la mayor economía de América Latina en los siguientes años, luego que el país sudamericano ostentara ese título desde la década pasada, beneficiado por el alza en los precios internacionales de las materias primas.
El documento destacó que las economías más dependientes de las materias primas, como Venezuela, Chile y Ecuador, tienen “el menor potencial de crecimiento” de América Latina, debido a la sostenida baja en los precios internacionales de esos insumos.
El análisis considera medidas de “complejidad económica” que muestran que la diversidad y la sofisticación de los productos que un país produce son centrales en determinar sus perspectivas de crecimiento.
El estudio resaltó que la tendencia de crecimiento en la región es determinada por la baja en la expansión de China, uno de los principales compradores de materias primas en el mundo, y por el fortalecimiento de la economía de Estados Unidos, directamente relacionada con México.
Asimismo, la baja en el dinamismo de la economía de China “ha resultado en un renovado optimismo para los fabricante mexicanos de manufacturas de que enfrentarán menos competencia en su mercado más grande de exportación Estados Unidos)”.
Timothy Cheston, investigador del CID, asentó que las perspectivas económicas de América Latina siguen siendo impulsadas por la capacidad de un país para hacer tanto productos más diversificados, como de creciente complejidad.
“Históricamente, estos aumentos en la complejidad económica se han traducido en mayores ingresos, lo que coloca a estos países al frente de las perspectivas de crecimiento de la región”, explicó Cheston.
Las proyecciones del CID están basadas en el Atlas de Complejidad Económica, una herramienta accesible por internet que mide los patrones comerciales de un país en 50 años y a través de miles de productos.