La presente administración ha invertido más de cinco mil millones de dólares en diferentes puertos del país para convertirlos en parte de una cadena logística, que responda a los requerimientos de recepción, traslado, entrega de materias primas y bienes terminados.
Así lo afirmó el coordinador general de Puertos y Marina Mercante de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Guillermo Ruiz de Teresa, quien dijo que la inversión responde a la certeza de que un sistema de distribución total, de cadena logística de alto nivel.
Ante los miembros de la Conferencia Anual de la Asociación Americana de Autoridades Portuarias (AAPA), que se tiene previsto desarrollar 25 proyectos portuarios a lo largo del sexenio con un costo de alrededor de 70 mil millones de pesos, con inversiones públicas, privadas y público-privadas.
En un comunicado, la SCT puntualizó que tal monto se reflejará en la ampliación y rediseño de puertos como Veracruz, Tuxpan, Coatzacoalcos, Lázaro Cárdenas, Manzanillo, Mazatlán, Guaymas, entre otros, o en su defecto, construir nuevas terminales.
En el marco de la conferencia de la AAPA, reveló que el gobierno norteamericano deberá invertir al menos 30 mil millones de dólares para infraestructura terrestre en la próxima década, sólo para mantener el ritmo de crecimiento del transporte de mercancías, recursos que deberán provenir del sector privado, del patrimonio público, recursos gubernamentales o a través de las asociaciones público-privadas.
En este sentido, el presidente y CEO de la AAPA, Kurt Nagle, coincide en que no solamente se trata de acciones de profundización de dragado en las riberas, sino de contar con mayores recursos para destinarlos al mejoramiento y modernización de puertos.
Al respecto, señaló que el congreso local autorizó 3.8 mil millones de dólares para esta actividad, aunque en realidad dicho nivel de tributación no se ha alcanzado.
En contraparte, en Rotterdam, por ejemplo, la compañía APM Terminals acaba de abrir una de las instalaciones más automatizadas del mundo, Massvlakte II, que en teoría equilibra la velocidad, la seguridad y el medio ambiente.
Si como espera la compañía, se logra mejorar la productividad en al menos 40 por ciento, es posible recuperar la inversión de la terminal, es decir unos 535 millones de dólares, en un tiempo razonable.