El presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Manuel Herrera Vega, se pronunció por una política sectorial moderna e integral, con el propósito de alcanzar los niveles de crecimiento a los que está preparado el país.
Estimó que este año la actividad industrial habrá alcanzado un crecimiento de 3.4 por ciento respecto a 2014, y que si bien se trata de un avance, el dinamismo es menor al potencial de entre 5.0 y 6.0 por ciento.
Lo anterior puede alcanzarse a partir de una política industrial que fortalezca a las micro, pequeñas y medianas empresas, restituya cadenas productivas y ofrezca un renovado impulso a la innovación y al desarrollo tecnológico, argumentó.
Tras darse a conocer hoy que la producción industrial registró una desaceleración en el primer trimestre, el líder de los industriales expuso que se requiere de una política del sector moderna e integral, así como el fortalecimiento del Estado de derecho, para alcanzar los niveles de crecimiento a los que está preparado el país.
En su opinión, los factores que influyeron en la desaceleración del sector fueron el tipo de cambio y su impacto sobre los costos de producción, ya que México importa alrededor de 350 mil millones de dólares de bienes de uso intermedio y de capital al año.
Refirió que otros factores fueron la débil respuesta del mercado interno; la caída en los precios del petróleo; el descenso en la producción minera; el menor dinamismo del sector construcción y la polarización en el comportamiento de las especialidades de la industria manufacturera.
Lo anterior, aclaró, pese al extraordinario comportamiento del sector automotriz en materia de producción, ventas y exportaciones.
“El menor ritmo de crecimiento mostrado en el primer trimestre del año y el desempeño de la economía estadounidense por debajo de lo esperado, indican que 2015 será un año cargado de desafíos para la economía y el sector”, apuntó el líder de los industriales.
Por ello, señaló, “mantener el crecimiento, lograr un desempeño más balanceado entre las especialidades industriales y concretar a la brevedad la estrategia que nos permita recuperar el terreno perdido y relanzar al sector fabril a nuevos horizontes en materia tecnológica, de competitividad y dinamismo, son tareas que no admiten demoras”.