La industria mundial del acero llamó a los gobiernos a tomar acciones contra la nueva política siderúrgica de China y la sobrecapacidad, pues todas las regiones están padeciendo un incremento dramático de las importaciones de acero en condiciones desleales de comercio, alimentado por la masiva sobrecapacidad global.
Y es que, existe un fuerte consenso contra la creciente ola de exportaciones provenientes de industrias o compañías siderúrgicas propiedad del Estado, como quedó demostrado una vez más en la reciente reunión del Comité del Acero de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) a principios de mayo.
Los reportes compartidos en la reunión en París por las asociaciones siderúrgicas nacionales de Asia, las Américas y Europa sorprendieron por su similitud: se consolida un “nuevo normal”, caracterizado por un crecimiento más lento.
Las distintas asociaciones y cámaras del sector en el mundo expresaron su preocupación por la política de China, que sigue reflejando un enfoque verticalista y dominado por el Estado en las reformas propuestas para la industria del acero.
Ál respecto, el Comité del Acero de la OCDE tomó nota de la urgencia de estas preocupaciones, como se refleja en la declaración final emitida por el presidente de su Comité del Acero, Risaburo Nezu.
“Los desafíos estructurales deben abordarse con urgencia en medio de esta nueva era caracterizada por el bajo crecimiento de la demanda de acero y por el aumento de las exportaciones”, subrayó.
Asimismo, dijo que el fracaso en enfrentar y detener las distorsiones del mercado tendrá como consecuencia que empresas subsidiadas y apoyadas por el Estado sobrevivan a expensas de otras empresas, privadas y eficientes, que operan con mínimo apoyo estatal.
Las asociaciones concuerdan que la necesidad de acción inmediata y efectiva es urgente. En un comunicado, reafirmaron su llamado a cada gobierno nacional a enfocarse en este tema en su país y realizar todos los esfuerzos necesarios en su diplomacia comercial y en sus regulaciones para confrontar y desafiar aquellas políticas gubernamentales que están alimentando la sobrecapacidad –raíz de la actual crisis del acero-, y procurar un campo de juego nivelado en el mercado del acero.
Señalan que una cuestión específica que pronto deberán enfrentar los gobiernos es el concepto de que China debe de ser considerada como “economía de mercado” por los miembros de la Organización Mundial de Comercio a partir de finales de 2016.
La decisión individual de cada país tendrá importantes consecuencias sobre la forma en que aquellas empresas afectadas por las importaciones en “dumping” desde China puedan recuperarse. Como queda tan claramente ilustrado por el sector siderúrgico de China, este país todavía no supera la prueba de ser una economía de mercado.
La misma existencia de sobrecapacidad -estimada en hasta 425 millones de tonelada- y la falta de una política eficaz para reducirla son evidencia de que China sigue siendo una economía dominada en forma verticalista por el Estado, afirmaron.