A pesar de que en el segundo trimestre de 2023, todas las actividades económicas mostraron incrementos, resalta la aceleración de la producción industrial (PI), que aumentó de 0.6 por ciento, en los primeros tres meses del año, a 1.2 por ciento, derivado del buen desempeño de la industria automotriz y de la construcción no residencial.
De acuerdo con el último Examen de la situación económica de México elaborado por el grupo financiero Citibanamex, la industria automotriz, es la que mantiene a flote al sector manufacturero.
Señaló que tras registrar una caída de 0.9 por ciento en mayo, la industria manufacturera creció 0.6 y 0.3 por ciento en junio y julio, respectivamente, debido en gran parte al aumento en la industria automotriz de 2.6 por ciento, aunque también destaca la industria de aparatos eléctricos y equipo de generación eléctrica que registró un crecimiento de 1.6 por ciento.
Sin embargo, a pesar de los datos registrados, la industria manufacturera no automotriz mantiene una tendencia a la baja desde noviembre de 2022, mientras que la automotriz muestra un año impresionante, siendo el principal motor de las manufacturas, comentó la firma financiera.
Durante los primeros seis meses del año, esta industria creció 2.1 por ciento, mientras que la industria automotriz aumentó 11.4 por ciento, mientras que el resto de las manufacturas cayeron 0.5 por ciento.
Además, resaltó que, durante el primer semestre la industria automotriz contribuyó 0.6 puntos porcentuales (pp) al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
Ante este panorama, analistas de la firma financiera proyectan que la industria manufacturera pierda dinamismo, ante la expectativa de una mayor desaceleración en las manufacturas de Estados Unidos.
“Esperamos que la tendencia alcista en la industria automotriz persista, contribuyendo aproximadamente 20 por ciento al crecimiento de 2.8 por ciento del PIB para 2023 y aproximadamente 32 por ciento a nuestra estimación de 1.8 por ciento el próximo año”, comentó.
“Por último, estimamos que la producción manufacturera registre un crecimiento real anual de 1.1 por ciento en 2023”, agregó.
La construcción no habitable también sigue impulsando a la actividad económica, a pesar de que tuvo un retroceso de 0.6 por ciento en abril, en mayo creció a 7.1 por ciento, el máximo desde agosto de hace tres años para luego aumentar 3.3 y 2 por ciento en junio y julio, respectivamente.
Detalló que por componentes, destacó el fuerte crecimiento en obras de ingeniería civil, con un aumento de 14.1 por ciento en junio y 5 por ciento en julio, el cual se explica en parte por el registro de los proyectos insignia del actual gobierno, y por la construcción privada no residencial.
En el periodo de abril a mayo de 2022 y los primeros tres meses de 2023 la inversión pública y privada registró tasas de crecimiento importantes, entre las que destacan la expansión de la construcción pública se atribuye al Tren Maya, la refinería Dos Bocas y el tren interurbano México-Toluca.
Por su parte, la construcción no residencial privada registró tasas de crecimiento trimestral en los últimos 12 trimestres, para aumentar 35 por ciento el segundo trimestre del año ,un máximo histórico, el cual el banco considera que está relacionado principalmente con las tendencias de relocalización de industrias.
(milenio.com)