En 2050, el Distrito Federal será una de las megaciudades más grandes del mundo con 40 millones de habitantes, lo cual obliga a pensar en un modelo de “ciudad inteligente” y eficiente que permita atender la demanda de servicios, seguridad e infraestructura que enfrentará.
Para el director de Preventa de Segmentos para Latinoamérica y el Caribe de Alcatel-Lucent, Guillermo Jiménez, “una ciudad conectada es aquella en la que máquinas, humanos y aplicaciones interactúan para enriquecer la vida de las personas”.
En su opinión, para convertirse en una ciudad inteligente se requieren soluciones que logren maximizar la infraestructura y que lleguen a áreas como el agua, energía eléctrica, transporte, manejo de desperdicios, servicios, educación y salud, entre otros.
“En el centro de la solución de las ciudades inteligentes está la conectividad por medio de la banda ancha, servicios en la nube, el llamado Big Data y los análisis de datos que se obtienen a partir sensores y una multitud de dispositivos”, explicó.
En su opinión, para desarrollar un modelo óptimo de ciudad inteligente, es fundamental contar con una red de acceso de ultra banda ancha que apoye la integración de componentes de forma inalámbrica.
Ello, por medio de celdas pequeñas o small cells, que dan cobertura a zonas donde hay huecos de comunicación o alto tráfico de datos, así como tecnología de fibra óptica, de cobre y otros nodos de acceso.
Refirió que la conectividad permite servicios y aplicaciones avanzadas, como la coordinación de las telecomunicaciones, la gestión del tráfico urbano, la automatización de edificios, alumbrado y gestión de la energía y seguridad.
“Alcatel-Lucent ha venido trabajando con varias ciudades para irlas convirtiendo en ciudades inteligentes, como es el caso de la red eléctrica de Chattanooga en Tennessee, Estados Unidos, para mencionar sólo una”.
Dicho proyecto, refirió, implicó la modernización del sistema de energía para aprovechar la infraestructura existente, con el fin de proveer fibra óptica de alta velocidad.
Jiménez destacó que las soluciones de ciudades inteligentes también contribuyen al combate y prevención de delitos mediante sistemas avanzados de video-seguridad que usan comunicaciones inalámbricas de banda ancha.
En el sector de transporte y vialidad metropolitana, añadió, uno de los beneficios más claros es el lograr un control del tráfico vehicular más dinámico e inteligente, lo cual ayuda a disminuir los problemas generados por la congestión.