El gobierno federal se comprometió a trabajar en el diseño de una política industrial moderna y proactiva para elevar la productividad del país y el crecimiento económico sostenido e incluyente, en beneficio de todos los mexicanos.
En el reporte semanal del vocero de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la dependencia advierte que “sin productividad no hay prosperidad” y que para elevarla se requiere reactivar la máquina de difusión del conocimiento y hacer un mejor uso del talento humano.
Luego de que en México se llevó a cabo la Cumbre Internacional de Productividad: Un diálogo global sobre el futuro de la productividad, la SHCP señala que en el país se han implementado políticas orientadas a incrementar y democratizar la productividad.
Esto es, incluir el desarrollo a todas las regiones y todos los sectores, además de que se continuará trabajando en el diseño de una política industrial moderna y proactiva, con la participación del sector privado.
Ello, para lograr una asignación más eficiente de los factores productivos y un mayor crecimiento económico sostenido e incluyente, que beneficie a todos los mexicanos, señala.
Refiere que el gobierno de la República tiene el firme compromiso de lograr un México próspero e incluyente, que mejore la calidad de vida de las familias, para lo cual uno de los ejes transversales que el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 establece es el de incrementar y democratizar la productividad.
El concepto se refiere a la capacidad de generar más y mejores productos y servicios vía la eficiencia en el uso de los factores de producción de la economía.
El reto, continúa, no sólo es elevar la productividad, sino hacerlo de manera incluyente, es decir, que “las oportunidades y el desarrollo lleguen a todas las regiones, a todos los sectores y a todos los grupos de la población”.
Durante los últimos 20 años, la productividad de los factores en México reporta un crecimiento promedio negativo, lo que se ha reflejado en bajos niveles de crecimiento económico.
Esto se debe principalmente a la alta informalidad; bajos niveles de inversión en capital humano e innovación y desarrollo tecnológico; un ambiente de negocios que no siempre genera las condiciones adecuadas para el crecimiento de las empresas, y la ausencia de una política de fomento que promueva un cambio estructural hacia actividades de mayor valor agregado y la transformación ordenada de sectores tradicionales.
Para revertir esta tendencia, señala que desde el inicio de la presente administración se han implementado diversas acciones como la creación del Comité Nacional de Productividad (CNP).
Precisa que el Comité es un órgano consultivo del Ejecutivo Federal, en el que participan el sector público, privado, académico y laboral, facultado para formular recomendaciones de políticas públicas orientadas a elevar y democratizar la productividad.
Asimismo, la elaboración del Programa para Democratizar la Productividad, que define los objetivos, estrategias y líneas de acción que son de observancia obligatoria para todas las dependencias públicas con el fin de incrementar y democratizar la productividad.
También se busca fortalecer el marco institucional para impulsar políticas públicas a través de la adopción de las mejores prácticas a nivel internacional, y la promulgación de la Ley para Impulsar el Incremento Sostenido de la Productividad y Competitividad de la Economía, que institucionaliza y da permanencia a la agenda de productividad.