El sistema bancario en México crecerá en el corto plazo a un ritmo tres veces mayor al de la economía, pero es “retador” lograr la meta de penetración crediticia de 40 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2018, consideró la calificadora Fitch Ratings.
El director general de Instituciones Financieras para América Latina de Fitch Ratings, Franklin Santarelli, afirmó que sólo con un crecimiento económico rápido y sostenido será posible lograr que la penetración del crédito bancario pase de 28 por ciento actual a 40 por ciento del PIB en tres años.
“Si no tenemos crecimiento económico rápido por encima del promedio que hemos visto, es difícil llegar a ese crecimiento sin hacer locuras, y no veo a ningún banco tratando de hacer locuras porque el regulador está muy pendiente de limitarlos”, argumentó.
El director senior de Instituciones Financieras de América Latina de Fitch Ratings, Alejandro García, expuso a su vez que el elemento clave para que haya una reactivación sustancial de la actividad crediticia en México es el entorno económico.
De acuerdo con el directivo, la calificadora internacional de riesgo crediticio prevé que en el entorno actual, el sistema bancario podría crecer a un ritmo de tres veces el de la economía, “manteniendo razonablemente sus indicadores financieros”.
Calculó que con un crecimiento de la economía mexicana de 3.0 a 3.5 por ciento, el crédito bancario podría alcanzar una tasa real de 10 por ciento y de 15 por ciento en términos nominales, lo cual -apuntó- sólo significa ganar entre 1.5 y 2.0 por ciento de penetración bancaria por año.
Ante ello, aseveró, es “retador” lograr la meta de penetración de 40 por ciento del PIB en 2018, la cual era positiva cuando iniciaba esta administración y se hablaba de las reformas, pero “dado que el contexto global tampoco ha ayudado para detonar esas expectativas y ya estamos a tres o cuatro años de esa meta, sí se ve un poco demandante”.
Santarelli consideró que aunque en México la banca está sana porque está bien capitalizada y fondeada, enfrenta el reto de que esa sanidad se refleje en más acceso a los productos bancarios, pues se requiere que el crédito llegue a más mexicanos.
México es de los países en Latinoamérica con mejor entorno operativo, pero también el que tiene la menor penetración bancaria, comparable con Guatemala, debido a que una alta proporción de la población no participa en el sector financiero formal y eso provoca un problema de demanda de crédito, expuso.
Además, abundó, el país enfrenta el reto de que la estructura económica mexicana tiene tendencia a ser más “monopolista”, lo cual hace que muchas grandes empresas e industrias tiendan a financiarse en el mercado extranjero y a veces en mejores condiciones.
Precisó que si bien la baja penetración crediticia en México obedece a una falta de demanda, también hay perspectivas de crecimiento asociadas las reformas estructurales aprobadas, en particular la petrolera, que tendrán un efecto multiplicar en la economía y serán “motor activador” que propiciarán la demanda de financiamiento de pequeños y medianos empresarios.
Alejandro García indicó por su parte que entre los retos que enfrenta el sistema bancario está el hecho de que un alto porcentaje de la economía está en la informalidad, así como la incertidumbre en el contexto global, sobre todo una potencial alza en las tasas de interés, para lo cual el sistema bancario mexicano está preparado, pero no inmune a las afectaciones.
Aseguró que Fitch mantiene una perspectiva de calificación estable para el sector de bancos mexicanos y es poco probable una revisión de la industria durante 2015.
Lo anterior, puntualizó, porque los seis grandes bancos, que representan 85 por ciento del sistema, ya tienen una nota cercana o por arriba de la calificación soberana de México, con lo cual hay poco margen para modificarla.