La firma especializada en patentes BC&B señaló que la exención a los derechos de propiedad intelectual para las vacunas contra covid-19 no se perfila como una solución, ni siquiera como el primer paso más urgente, para combatir la pandemia.
“Las patentes dan la ‘receta’, pero para poder realizarlas hace falta contar con habilidades y pericias especializadas. Además, llegar al punto de tener una vacuna en mano es también un enorme esfuerzo económico y comercial. La producción de vacunas debe cumplir con requisitos estrictos de control y garantía de calidad, así como de supervisión regulatoria”, señaló, Mariana González socia de BC&B.
Más de 100 países han apoyado la propuesta de India y Sudáfrica a la Organización Mundial del Comercio (OMC) para la exención de los derechos de propiedad intelectual (PI) en relación con las vacunas para enfrentar la pandemia de Covid-19.
El pasado 5 de mayo el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció su apoyo a dicha exención, la cual está siendo discutida al seno de la OMC. La decisión fue aplaudida como una victoria para poder tener una mayor equidad en la distribución de vacunas en los países más pobres.
Sin embargo, diversas organizaciones especializadas en propiedad intelectual y otras como el Banco Mundial, no apoyan la exención, debido que podría tener un impacto negativo en la innovación médica, y obstaculizando la innovación en el sector farmacéutico, y eventualmente afectando el derecho del acceso a la salud.
En un comunicado, BC&B explicó que fabricar y distribuir una vacuna, se requiere algo más que poner una patente en la mesa para que alguien lo tome, ya que es necesario contar con la capacidad técnica o infraestructura para fabricar y distribuir.
“El desafío implica un esfuerzo colaborativo, donde la propiedad intelectual es una herramienta de innovación que funciona en el contexto de un proceso eficiente de transferencia de tecnología desde quienes desarrollan la tecnología a quienes se encargan del esfuerzo comercial, considerando también a quienes financian el proyecto”.
La firma internacional especializada en consultoría legal y de negocio dijo que frente a la emergencia sanitaria, la cooperación internacional para transferir estas capacidades de manufactura será fundamental, a fin de acelerar la adopción de capacidades técnicas para su producción y comerciales donde hoy no las hay, por lo que es necesario pensar a largo plazo y preocuparse por comprender integralmente los procesos de innovación.
“Esperemos que el debate que se están llevando a cabo encuentre un enfoque global adecuado para contribuir realmente a la solución de los problemas de la pandemia, privilegiando el derecho a la salud y además salvaguardando el sistema de patentes que ha demostrado su eficacia para fomentar la innovación y permitir al mundo alcanzar una etapa de desarrollo tecnológico flexible, que pueda proteger la salud pública y proporcionar acceso a los medicamentos para todos”, finalizó Mariana González.
(milenio.com)