Washington.- La Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, dijo hoy que la moderada y desigual recuperación de la economía global, sumada a su mediocre crecimiento, requieren mantener las políticas monetarias de estimulo e implementar reformas estructurales.
“Con el crecimiento en general moderado, la economía global continúa enfrentando un número de retos significativos… desde el riesgo de bajo crecimiento, baja inflación, altas tasas de endeudamiento y la persistencia de un alto desempleo en muchas economías avanzadas”, señaló.
Lagarde hizo notar que el desempeño de las economías avanzadas como Estados Unidos y Gran Bretaña ha mejorado en el último año mientras los prospectos en la región del euro están mejorando, como resultado de lo cual se han relajado las políticas monetarias de estimulo.
En contraste, indicó, las proyecciones para las economías emergentes y en desarrollo “son ligeramente peor que el año pasado”, en gran medida por la caída en los precios de materias primas.
En un discurso pronunciado este jueves ante la agrupación Consejo del Atlántico en víspera de la reunión anual de primavera que tendrá lugar aquí la próxima semana, Lagarde dijo que tal escenario requiere utilizar todas las herramientas a la mano a fin de incentivar y apoyar la demanda.
Para ello se requieren aún políticas monetarias “a modo” tanto en la zona del euro como en Japón, a la vez que consideró que las políticas monetarias deben ser “calibradas” al paso de la recuperación sin perder de vistas la sustentabilidad en el medio término.
Un aspecto que podría contribuir en este frente sería reducir los subsidios sobre energía aprovechando el actual clima de bajos precios del petróleo, lo cual para algunos países podría resultar en ahorros equivalentes a un punto porcentual de su Producto Interno Bruto (PIB).
“El punto central es que los riesgos a la estabilidad financiera global van en aumento”, dijo, y si bien algunos de estos riesgos se han reducido, esto se ha debido a que “han migrado” de los bancos a instituciones no bancarias y de las economías avanzadas a los mercados emergentes.
Tales riegos resaltan la importancia de fortalecer las políticas financieras, que a nivel global requerirá asegurar la liquidez de los mercados en tiempos de stress y a nivel de países reducir riesgos y un manejo apropiado de las vulnerabilidades.
Por ello estimó que para prevenir que “el nuevo mediocre” se convierta en la nueva realidad “las reformas estructurales requieren ir de la mano con las políticas macroeconómicas y financieras” a fin de generar la confianza que demandan los inversionistas.
Lagarde dijo que la realidad es que en muchos países estas reformas “se han quedado rezagadas”, algo que consideró no debería ocurrir, al insistir en el favorable impacto que las reformas tienen en los prospectos de crecimiento y desempeño a medio plazo.
“El reto para los responsables de las políticas alrededor del mundo es combinar las políticas necesarias para impulsar el crecimiento con los prospectos de corto plazo, y apalancar las iniciativas nacionales para beneficio de la comunidad global”, precisó.
Se refirió igualmente a la necesidad de fortalecer el FMI completando el proceso de reforma aprobado en el 2010 y que pende ahora solamente de la ratificación por parte del Congreso de Estados Unidos.