Puebla registró un crecimiento de 27.7 por ciento en el total de su economía durante el segundo trimestre de 2021, respecto a igual lapso del año pasado, ubicándose como el quinto estado con el mayor avance. La industria fue la actividad que más influyó en el comportamiento económico del estado durante el periodo abril-junio de este año, seguido del sector comercio y servicios.
Los precios de los energéticos y las tarifas autorizadas por el gobierno crecieron 2.65 por ciento durante octubre, como resultado, en mayor medida, de la conclusión del subsidio al programa de tarifas eléctricas de temporada de verano que se aplicó en 18 ciudades del país.
“A partir de ese momento, se presentó una tendencia a la baja que culminó en abril de 2020, lo cual reflejaba el aislamiento social a consecuencia de la pandemia que daba sus primeros indicios. En éste momento, esta variable económica dio un giro de 180 grados; ya para octubre de 2020, la inflación alcanzaba el 4.09 por ciento. Desde finales de 2020 y en ese año, se presentó una espiral ascendente que ha llevado a la inflación a niveles de más de seis por ciento, el doble de lo estipulado como meta por el Banco Central de México”, destacó.
Para el investigador de la Upaep, poco a poco la inflación se convirtió en una variable que inquieta porque la actual administración federal llegó con un índice de crecimiento de precios de 4.72 por ciento en noviembre de 2018.
“Se debe considerar que la Inflación anualizada es de 6.12 por ciento en la primera quincena de octubre de 2021, mientras que el crecimiento económico esperado, de acuerdo con los criterios establecidos en la Ley de ingresos para el siguiente año es de 4.1 por ciento. Es un dato muy optimista considerando que las calificadoras a nivel mundial establecen para México un crecimiento del 3.2 al 3.5 por ciento para 2022”, explicó.
Señaló que la inflación en el país fue de 6.12 por ciento; mientras que en Puebla fue de poco más de cuatro por ciento, fenómenos que se deben seguir porque si no se controlan pueden generar efectos adversos.
“Tomando en cuenta el conjunto de circunstancias que vive actualmente nuestro país el riesgo latente que está escondido entre las variables financieras es la estanflación, es decir, el incremento de la inflación, sin crecimiento económico”, apuntó.
Chávez Capó señaló que uno de los principales problemas que puede generar mayores complicaciones es la inflación que combinada con una falta de crecimiento económico, genera un fenómeno que se conoce como estanflación.
“Estamos en el filo de la navaja, cualquier pequeño error puede ocasionar una crisis económica sin parangón llevando a la población a niveles de inflación de 1987 cuando fue de 159.17 por ciento. Puede parecer una visión catastrofista, pero sólo debemos ver otras realidades, por ejemplo, Venezuela, país que, recientemente, le quitó seis ceros a su moneda y que está padeciendo niveles de hiperinflación, les garantizo que no es gracioso vivir en una realidad como esa, yo ya la vi”, expresó.
De acuerdo con el análisis de Anselmo Chávez Capó, investigador de Administración Financiera y Bursátil de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), a pesar de que la entidad poblana se colocó como la que más influye en el crecimiento del total de la economía de la región centro-sur, en el segundo trimestre de 2021, luego de que mostró un ascenso de 27.7 por ciento; mientras que de manera anual su crecimiento fue de 28.9 por ciento, un problema que no se puede perder de vista es la inflación.
La economía nacional y, en particular la poblana, se encuentran al “filo de la navaja” en el cierre de este 2021 y un error puede desencadenar una crisis llevando a la población a niveles de la década de los años ochenta.
(milenio.com)