El Banco Mundial (BM) instó a los países de América Latina y el Caribe a promover la expansión y mejorar la calidad de programas técnicos de educación superior, a fin de beneficiar a un mayor número de personas y contribuir a generar rápidamente el capital humano necesario para la recuperación económica y el crecimiento.
De acuerdo con el reporte “La vía rápida hacia nuevas competencias: programas cortos de educación superior de América Latina y el Caribe”, la pandemia del covid-19 impactó severamente a la región, causando un retroceso económico sin precedente y una fuerte caída del empleo y la producción en momentos de enorme transformación en el mundo del trabajo.
Ante esta situación, el aporte de las tecnicaturas o carreras terciarias, usualmente de dos o tres años de duración y orientadas al mercado de trabajo, podría ser de gran ayuda en la generación de empleo, ya que ofrecen salidas laborales relativamente rápidas y bien remuneradas.
Beneficios
El Banco Mundial explicó que los beneficios salariales de este tipo de carreras son evidentes; por ejemplo, si bien los graduados de programas técnicos superiores obtienen en general, como es de esperar, salarios menores que los graduados de carreras universitarias, los primeros ganan en el promedio regional un 25 por ciento más que el enorme porcentaje (54 por ciento) de estudiantes que abandonan sin completar su carrera universitaria, considerando las características de los estudiantes.
Del mismo modo, en el promedio regional, los graduados de programas técnicos ganan hasta 60 por ciento más que los graduados de escuela secundaria sin ninguna educación superior. En este caso la diferencia salarial va de un mínimo de 32 por ciento en Perú y 36 por ciento en Costa Rica, a 44 por ciento en México, 48 por ciento en Chile y máximos de 100 por ciento en Bolivia y 110 por ciento en El Salvador.
Además, los estudiantes de carreras técnicas también obtienen buenos resultados en términos de empleo, pues no sólo superan a los graduados de escuela secundaria, sino que además aventajan a quienes abandonan sin completar su carrera universitaria. Respecto de estos últimos, tienen una menor tasa de desempleo (3.8 contra 6.1 por ciento) y una tasa más elevada de empleo formal (82 contra 67 por ciento). Estos resultados son especialmente relevantes en el actual contexto de desempleo e informalidad.
Acciones
En este contexto, el Banco Mundial señaló que para favorecer el crecimiento de los programas técnicos y una mejor calidad en su oferta educativa será crucial implementar las políticas apropiadas, ya que esto permitirá a las carreras terciarias alcanzar su pleno potencial.
Algunos ejemplos de estas políticas son la provisión y diseminación de información sobre los resultados, costos y beneficios de todos los programas; corregir las desigualdades de financiamiento entre los estudiantes y tipos de programas; hacer responsables a los programas por los resultados de los estudiantes, y facilitar la acumulación de credenciales y las trayectorias académicas flexibles.
De acuerdo con el informe, con las políticas apropiadas las instituciones podrían ofrecer mejores programas, los estudiantes podrían tomar decisiones de carrera más informadas y se podrían cubrir las necesidades tanto de los individuos como de las empresas y de la economía en su conjunto.
(milenio.com)