Bogotá.- El Producto Interno Bruto (PIB) de Colombia para 2015-2016 será de los tres peores años de la última década, advirtió un análisis de la Asociación Bancaria de este país andino.
El cambio inesperado en el contexto económico mundial desde finales de 2014 por cuenta de “la destorcida en los precios del petróleo ha venido incrementando la incertidumbre del mercado en materia de desempeño económico en 2015”.
El documento explicó que entre junio de 2014 y abril de 2015, la amplitud de los rangos de pronóstico se ha incrementado y “el referente de crecimiento de 4.0 por ciento, que hasta hace unos meses parecía la proyección más probable, se ha vuelto un referente lejano”.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), la CEPAL, e incluso el mismo gobierno colombiano, también procedieron a ajustar sus previsiones a la baja, señal de “que se ha venido sub-estimando el alcance y el impacto de las nuevas condiciones locales y externas”.
Para el gremio de los banqueros, existen principalmente tres factores de riesgo que se han venido materializando y han alertado sobre la magnitud del ajuste de la actividad para 2015.
La primera es la persistencia de las bajas cotizaciones del crudo y las previsiones menos optimistas de la industria del petróleo, un segundo factor es “el frágil desempeño del sector industrial.
El tercer factor es “la menor tracción del consumo de los hogares. Emergen, en este escenario, varias preguntas asociadas al verdadero proceso de ajuste de la economía y a los sectores que liderarán la actividad económica en el corto y mediano plazo”.
Las estimaciones generadas a partir del Modelo de Equilibrio General de Asobancaria, proyectan un crecimiento en 2015 más cercano al 3.1 por ciento que al 3.8 por ciento que se había señalado meses atrás.
Por el lado de la oferta, “el crecimiento sectorial para 2015 será altamente heterogéneo. Las ramas que liderarán la economía este año seguirán siendo construcción y establecimientos financieros”.
En contraste- anotó el análisis- “la industria y la minería serán los componentes menos dinámicos. Por el lado de la demanda, se prevé un ajuste importante en el consumo de los hogares y en el gasto del gobierno”.
Agregó que la inversión este año “se moderará, aunque el dinamismo de las obras civiles soportará buena parte de su expansión. El sector externo, por su parte, seguirá restándole impulso al crecimiento”.
De cara a 2016, y aún pese al amplio espectro de incertidumbre sobre la dinámica externa, “la economía estaría presentando un ligero rebote, pero su magnitud apenas se manifestaría en expansiones que bordearían el 3.5 por ciento”.
Este ritmo dependerá de “la dinámica de crecimiento mundial, del impulso de los programas de infraestructura y de la celeridad con la que los sectores de industria, comercio y transporte empiecen a ganar tracción y a recobrar su dinamismo”, concluyó el análisis del gremio de los banqueros colombianos.