Los impuestos sobre los salarios aumentaron alrededor de un punto porcentual para el trabajador promedio en los países miembros de la OCDE entre 2010 y 2014, aunque la mayoría de los gobiernos no aumentó las tasas de impuestos sobre la renta en sus leyes.
De acuerdo con el nuevo reporte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) titulado Impuestos a los Salarios 2015 (Taxing Wages 2015), en este periodo la carga fiscal aumentó en 23 países del organismo y bajó en 10.
El organismo internacional explica que la mayor parte del aumento en los gravámenes resultó del hecho que los salarios se incrementaron a una velocidad mayor que las amortizaciones y créditos fiscales.
Refiere que en 2014, sólo siete países tuvieron en sus leyes tasas de impuestos sobre la renta para trabajadores con ingresos promedio por encima de las vigentes en 2010, y en seis países estuvieron por debajo.
Refiere que en 2014, la carga fiscal para el trabajador promedio en toda la OCDE aumentó en 0.1 de un punto porcentual a 36 por ciento, aunque ningún país del organismo subió su tasa de impuesto sobre la renta en las leyes para el trabajador promedio.
Indica que la carga fiscal subió en 23 de las 34 naciones de la OCDE, bajó en nueve y se mantuvo sin variación en dos.
El reporte “Impuestos a los Salarios 2015” contiene información comparativa entre los países sobre impuestos sobre la renta pagados por empleados, así como las aportaciones asociadas en materia de seguridad social que pagan los empleados y patrones.
Explica que ambos son factores importantes cuando las personas físicas consideran sus opciones de empleo y los negocios toman decisiones en materia de contrataciones.
En tanto, la contribución de la carga fiscal y de seguridad social es medida por la “cuña fiscal”, es decir, el total de los impuestos que pagan los empleados y patrones, menos los beneficios familiares recibidos como un porcentaje del total de los costos laborales del patrón.
Según los resultados del reporte, en 2014 las cargas fiscales promedio más elevadas para trabajadores solteros sin hijos que perciben el salario promedio en su país, se observaron en Bélgica, Austria, Alemania y Hungría, en tanto que las cargas fiscales más bajas fueron en Chile, Nueva Zelanda, México e Israel.
Menciona que en todos los países de la OCDE, la carga fiscal y de seguridad social promedio sobre ingresos por empleo aumentó en 0.1 de un punto porcentual a 36.0 por ciento en 2014.
Respecto a las cargas fiscales a familias con hijos, la OCDE refiere que las cuñas fiscales más elevadas para familias con un solo ingreso y con dos hijos fueron Grecia, Bélgica y Francia, mientras que Nueva Zelanda tuvo la cuña fiscal más baja, seguida de Chile, Suiza e Irlanda.
En todos los países miembros de la OCDE, excepto en México y en Chile, la cuña fiscal para trabajadores con hijos está por debajo de la correspondiente a trabajadores solteros sin hijos, y las diferencias son especialmente grandes en la República Checa, Alemania, Irlanda, Luxemburgo y Eslovenia.