El presidente de Argentina, Alberto Fernández, criticó hoy en su intervención en la primera sesión de la cumbre de líderes del G20 en Roma que la elevada deuda de más de 46 mil millones de dólares del país con el Fondo Monetario Internacional (FMI) “condena a generaciones” y cargó contra “el capitalismo de la producción” y “la lógica de la especulación financiera”.
“El actual sistema, que prioriza a la especulación sobre el desarrollo de los pueblos, debe cambiar. La deuda externa que mi gobierno heredó con el FMI y que hoy estamos afrontando es un claro ejemplo de lo que está mal: única en la historia por su monto y por sus condiciones de repago, aprobada para favorecer a un gobierno en la coyuntura, acaba condenando a generaciones que miran impávidas el destino que le ha sido impuesto”, dijo.
“No hay inocentes en esa historia. Son tan responsables los que se endeudaron sin atender las ruinosas consecuencias sobrevinientes, como los que dieron esos recursos para financiar la fuga de divisas en una economía desquiciada”, añadió en su comparecencia, a puerta cerrada, según fuentes oficiales.
El mandatario argentino, que este sábado mantendrá una reunión con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, rechazó que reniegue del capitalismo, pero matizó que critica ese modelo que ha sometido “al capitalismo de la producción y el trabajo a la lógica de la especulación financiera”.
“La ética social debe darle contenido a la economía. El G20 debe involucrarse en esa tarea sabiendo que tanta injusticia social rodea nuestras vidas”, subrayó.
Durante tres minutos, habló de cómo debería ser el nuevo orden mundial y pidió una reflexión colectiva para que las sociedades huyan de un modelo en el que la riqueza se concentra y la pobreza hunde a millones de personas.
“Millones de hombres y mujeres viven en la pobreza. Esa población sufriente habita, en su inmensa mayoría, en países en desarrollo”, lamentó.
“En el marco de la pandemia, estas disparidades estremecen. Casi el 80 por ciento de las vacunas producidas se aplicaron en países de altos ingresos. En cambio, más del 60 por ciento de la población de nuestra región aún no tiene completado su esquema de vacunación. La vacuna aún no es un bien global. Ese triste panorama se patentiza cuando vemos que se restringe la movilidad de las personas según haya sido la vacuna a la que pudieron tener acceso”, añadió.
La cumbre de líderes del G20 comenzó hoy y concluirá mañana, domingo, con una rueda de prensa del primer ministro italiano, Mario Draghi, que resumirá los acuerdos alcanzados en temas como los esfuerzos para lograr la descarbonización para 2050, la pandemia y la recuperación económica, y la necesidad de aprobar un impuesto mínimo global de al menos el 15 por ciento para evitar que las compañías se beneficien de regímenes fiscales más bajos y no paguen impuestos en los países en los que operan.
(milenio.com)