La idea de aprovechar el fenómeno de relocalización de empresas, el nearshoring, es algo que presentó el presidente Andrés Manuel López Obrador al gobierno de Estados Unidos, aprovechando estudios que previamente habían realizado, reveló Rogelio Ramírez de la O (RRO), secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
En entrevista con MILENIO destacó que este mensaje lo llevaron “con toda firmeza” al presidente estadunidense, Joe Biden, y a su gabinete porque es un proyecto de mediano plazo en materia de política pública, pues “conviene que la región se mantenga integrada y que tenga un plan de mediano y largo plazo para tener mayor producción”.
Por su parte, el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio (GY), destacó que las decisiones, tanto de política económica y macrofiscal que se tomaron en esta administración ante la pandemia, son una señal para los inversionistas extranjeros y locales de certidumbre y estabilidad financiera.
¿Qué requiere México para aprovechar el nearshoring?
RRO: Estamos comprometidos con la relocalización, con el nearshoring, pero viene desde 2021, que yo sepa, y posiblemente desde antes.
En 2021, cuando llegué a la secretaría, hubo una reunión de alto nivel del presidente López Obrador y sus secretarios con el gabinete de Estados Unidos, ahí sacó el tema (del nearshoring) el Presidente de México.
En la Secretaría de Hacienda previamente hicimos un trabajo para calcular estimaciones de qué pasaría si México manufactura localmente tal porcentaje de la importación china.
Ese mensaje se lo llevamos con toda firmeza al presidente Joe Biden, a la secretaria del Tesoro, al secretario de Comercio. Y quedó sembrado.
Es un proyecto de mediano y largo plazo en materia de política pública y lo que hace el gobierno, además de insistir en el más alto nivel en que conviene a la región que se mantenga integrada para tener mayor producción, a diferencia de estarla haciendo en Asia o China, es que eso representa una ganancia en empleo, crecimiento y en el ambiente económico. Y el mensaje ya quedó bien cimentado.
Ahora el gobierno de Estados Unidos, por otras razones, pero también por esta, ya tomó nota y está acelerando los pasos para la relocalización.
Cuando haya relocalización de chips en Estados Unidos, aunque se ubiquen en Arizona, nos van a dar una gran sinergia en el noroeste de México para nosotros hacer nuestra parte.
Debemos crear las obras de infraestructura que se requieren para dar acomodo a estas industrias que regresan y contemplar a México para hacer la manufactura aquí.
La nueva obra para hacer más y crear más empleos, que es lo que pasa con el Plan Sonora, la modernización de las aduanas en el norte de México, la modernización de los puertos en las costas para facilitar el comercio internacional y todo esto está pensando con esa objetivo en la mente.
¿Qué retos tiene México?
GY: Hay bastantes áreas de oportunidad, pero, sobre todo, oportunidades hacia adelante.
La más importante y de la que todo mundo habla es la relocalización. Aprovechar una decisión geopolítica tomada entre dos países, que lleva a que muy probablemente EU sea el gran atractor de inversión extranjera directa en 2023 y en adelante.
Y México, por la cercanía, por las características de un mercado laboral con bastante fuerza y mano de obra calificada, así como todas las obras de conexión que se realizan en puertos y aeropuertos, va probablemente a ser el mayor beneficiario de esta relocalización.
Es muy importante decir que los países después del covid, como dice el secretario, entraron en procesos de endeudamiento muy agresivos. México no tuvo ese tipo de estrategias y hoy es reconocido como uno de los países con menor endeudamiento como porcentaje del producto interno bruto.
Esto permitirá que se tengan finanzas públicas sanas y un sector bancario con alto nivel de capitalización. Y, sobre todo, una economía de bajo nivel de deuda corporativa, con mucho margen para financiar el crecimiento.
En este entorno, ¿cuál es nuestra realidad económica?
RRO: Es una excelente realidad porque nosotros desde 2019, que inició la administración, cimentamos un canal de credibilidad muy sostenible y el Presidente lo comprometió, está cumpliendo al ciento por ciento con sus compromisos, y eso para el mercado vale lo que vale la palabra de los grandes contratos.
Por esa razón es que eso nos da el rumbo, nos da el sostén para mantener una política basada en la convicción.
También que en términos prácticos nos da excelentes resultados para efectos de captar inversiones, mantener el interés de los inversionistas extranjeros y también para animar el interés de los inversionistas mexicanos, una vez que ya están viendo un despliegue bastante fuerte y sostenido de la inversión pública en proyectos definidos en donde está puesto todo el acento, ejecución y terminación de obra.
Esta es nuestra situación hoy, es una economía que tiene buenas bases macroeconómicas, pero además un impulso de obra pública que despierta el interés y apoyo de los sectores productivos y sociales.
¿Cuál es el mayor factor de confianza que tiene México?
GY: Sobre todo desde la pandemia, con las decisiones tanto de política económica y macrofiscal que se tomaron, la señal que se manda al extranjero, a inversionistas extranjeros y locales, es de certidumbre y estabilidad financiera, macroeconómica y social.
Actualmente, México se diferencia del resto de los países con economías emergentes o pares. Los inversionistas lo están diferenciando y hay características de México que van más allá de su estabilidad, que son sus mercados laborales, la integración comercial y su número de tratados comerciales que tiene con otras regiones. Pero también la vinculación que puede, eventualmente, realizarse cuando se concreten los proyectos de infraestructura del sur sureste.
Todos estos elementos mandan una señal muy fuerte en términos de confianza, atrayendo inversiones. Muchos de los inversionistas extranjeros ya están realizando estrategias de relocalización de empresas, sobre todo en los enclaves industriales tradicionales de México como son el corredor del centro y la parte de la zona de la frontera norte.
Pero también estas mismas empresas se empiezan a relocalizar en lugares y buscan opciones en el sur sureste o que estaban desconectadas del aparato productivo del país.
Entonces creo que los inversionistas siguen identificando eso y creo que van a tomar ventaja y hacia adelante lo que se espera más bien es una percepción más positiva de la economía y del desempeño industrial y manufacturero que pueda tener México en la región.
(milenio.com)