Santiago.- América Latina y el Caribe enfrentan una perspectiva “desafiante” dentro de la coyuntura económica que vive el mundo, expuso hoy aquí el FMI en su informe de perspectivas económicas “Las Américas, el Norte se recupera, el Sur aún espera”.
De acuerdo con el reporte del Fondo Monetario Internacional (FMI), “el crecimiento mundial continuó siendo modesto y desigual durante el año pasado”, con revisiones a la baja de los pronósticos de crecimiento a mediano plazo y una fuerte caída del precio del petróleo.
La entidad financiera apuntó que, en el actual entorno global, “América Latina y el Caribe se enfrentan a unas perspectivas particularmente desafiantes, aunque con divergencias, en líneas generales, entre el norte y el sur de la región”.
El informe de perspectivas económicas añadió que “se proyecta que la economía estadunidense mantenga un crecimiento vigoroso y que el abaratamiento del petróleo y la depreciación de sus monedas respalde la recuperación en la zona del euro y Japón”.
Por otra parte, “se prevé que el crecimiento se modere en los países exportadores de petróleo y varias economías de mercados emergentes grandes, como China”.
Advirtió que “subsisten algunos riesgos a la baja clave, entre ellos una intensificación de las tensiones geopolíticas, posibles cambios bruscos en los mercados financieros y riesgos de estancamiento y baja inflación en las economías avanzadas”.
De acuerdo con las proyecciones del organismo, la zona de América Latina y el Caribe pasará de un crecimiento promedio de 1.3 por ciento en 2014 a un 0.9 por ciento este año, tasa que se elevará a 2.0 por ciento en 2016.
Precisó que “la clave para mejorar las perspectivas de crecimiento a largo plazo es la priorización de reformas estructurales y el aprovechamiento de los efectos de propagación de conocimientos y aprendizaje derivados de una mayor apertura, manteniendo al mismo tiempo marcos macroeconómicos sólidos”.
Agregó que “el debilitamiento económico se concentra en los países exportadores de materias primas de América del Sur, donde el descenso de los precios internacionales de las materias primas ha exacerbado los desafíos específicos que enfrentan algunos países”.
Según el FMI, “se prevé que el producto se contraiga durante este año en tres de las economías más grandes del sur”, en referencia a Argentina (-0.3 por ciento), Brasil (-1.0 por ciento) y Venezuela (-7.0 por ciento).
El ente internacional indicó que este año, en América del Sur, sólo tendrán un repunte del crecimiento Chile (de 1.8 en 2014 a 2.7 por ciento en 2015) y Perú (de 2.4 a 3.8 por ciento).
“En cambio, se proyecta que el crecimiento en gran parte de América Central, la región del Caribe y México se mantenga estable o se fortalezca, respaldado por una reducción de la factura petrolera para los importadores y una robusta recuperación económica en Estados Unidos”, acotó.
Precisó que la economía mexicana se expandirá un 3.0 por ciento este año y un 3.3 por ciento en 2016.
“Se prevé una moderada recuperación, la cual debería facilitar la ejecución del plan previsto por las autoridades para reducir gradualmente el déficit presupuestario”, señaló.
Indicó que, “a pesar de la continua desaceleración regional, la capacidad económica ociosa sigue siendo limitada, mientras que las expectativas de crecimiento a mediano plazo han continuado deteriorándose”.
El FMI agregó que “las posiciones fiscales se han debilitado en la mayoría de los países, por lo cual no parece aconsejable una mayor expansión fiscal para impulsar el crecimiento”.
Calificó como “vital” que las autoridades económicas “garanticen la solidez de las finanzas públicas, especialmente porque sigue habiendo importantes riesgos a la baja para el crecimiento” y “mantengan bajo control las vulnerabilidades del sector financiero”.
Respecto a Brasil mencionó que “está atravesando la peor recesión en más de dos décadas pero deberá perseverar en los esfuerzos de política promovidos recientemente para contener el aumento de la deuda pública y restablecer la confianza”.
Consignó que “el colapso de los precios del petróleo ha asestado un duro golpe a varios países del grupo de otros exportadores de materias primas de América del Sur”.
Sobre Venezuela, recomendó que debe “introducir cambios sustanciales” para frenar la crisis económica.
Advirtió que, “dadas las perspectivas de precios mundiales de las materias primas persistentemente bajos, es probable que varios países de la región que exportan materias primas enfrenten una caída significativa y duradera de sus ingresos fiscales”.