En los municipios de San Miguel Totolapan y Tlapehuala, ubicados en la Tierra Caliente de Guerrero, se han extremado las medidas para frenar los contagios de COVID-19, que van desde un toque de queda hasta las sanciones por no usar cubrebocas en la vía pública.
Mediante un comunicado difundido en sus redes sociales, el alcalde de San Miguel Totolapan, Juan Mendoza Acosta, anunció una serie de medidas con las que busca frenar el contagio, entre las que destacan un toque de queda a la población a partir de las 19:00 horas de todos los días.
Sólo las farmacias permanecen abiertas y las personas que asistan a comprar medicamento pueden circular después de esa hora, de lo contrario serán multadas y remitidas a las autoridades.
Los espacios deportivos, mercados y rastros permanecen cerrados, solamente se autorizan las salidas a trabajar. No se permite el ingreso de personas y comerciantes ajenos al municipio.
Los comerciantes locales pueden operar, pero hasta el inicio del toque de queda y con todas las medidas de prevención.
En sus redes sociales, el alcalde Mendoza Acosta reconoció que la medida se puede considerar como extrema, pero insiste en que resulta necesaria, por la situación de los contagios.
En el municipio de Tlapehuala, las autoridades municipales decretaron como obligatorio el uso del cubrebocas, además de suspender las actividades religiosas y deportivas.
“El uso de cubrebocas es obligatorio, tanto en la vía pública como en todos los espacios de convivencia y/o comercio. Portar cubrebocas es obligación de peatones, motociclistas, automovilistas y usuarios de servicio público”, señaló en un comunicado.
Además de prohibir la venta de comida en el interior de negocios, restringiendo las actividades hasta las 21:00 horas, en caso de no acatar las nuevas disposiciones, las sanciones irán desde clausura de establecimientos y jornadas de tres a 10 jornadas de trabajo social a los infractores.
En ambos casos, las autoridades municipales realizarán patrullajes para vigilar que sean cumplidas las nuevas medidas y en caso de ser necesario, remitir a los infractores a la barandilla.
(milenio.com)