México rechazó la medida anunciada este jueves por el gobernador de Texas, Greg Abbott, que facultan a las autoridades del estado para detener migrantes y llevarlos hasta un puerto de entrada en la frontera para que sean deportados.
A través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), el gobierno mexicano acusó que la medida persigue intenciones electorales de cara a una posible reelección del republicano y reiteró que la aplicación de las leyes migratorias estadunidenses son facultad exclusiva de las autoridades federales.
“En los Estados Unidos, la aplicación de la ley migratoria es facultad exclusiva del gobierno federal, motivo por el cual nuestro diálogo en esta materia ocurre a ese nivel. Por tanto, esta acción sólo se puede entender como parte de las campañas electorales en el estado de Texas”, dijo la cancillería en un posicionamiento.
También reiteró su compromiso con la protección de los derechos de los mexicanos que se encuentran en el extranjero, por lo que subrayó que, a través de su red de consulados en el estado de Texas, la dependencia “estará atenta para responder a cualquier violación de estos por parte de las autoridades estatales”.
Por la mañana Abbott, firmó una orden ejecutiva que autoriza y faculta a la Guardia Nacional y al Departamento de Seguridad Pública del estado para detener y devolver a la frontera a los migrantes que entran ilegalmente a Estados Unidos a través de su territorio.
Por lo que, desde ahora, si un migrante es detenido en Texas y no puede acreditar legalmente su estancia en Estados Unidos, será llevado hasta un puerto de entrada con México para que se procese su correspondiente deportación.
El republicano insistió que la medida obedece a la necesidad de hacer frente a los cárteles mexicanos a los que acusa de manejar el tráfico ilícito de personas a través de la frontera y de envalentonarse en los últimos meses.
“Los cárteles se han envalentonado y enriquecido con las políticas de fronteras abiertas del presidente (Joe) Biden, contrabandeando cantidades récord de personas, armas y drogas mortales como el fentanilo”, sostuvo en el texto.
Abbott busca la reelección en el cargo como gobernador de Texas para permanecer en el poder hasta el 2026. Por lo que se espera que en noviembre enfrente al ex congresista demócrata, Beto O’Rourke.
(milenio.com)