Un juez de lo Civil del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJCDMX) acató la resolución que le ordenó devolver el control sobre la Universidad de las Américas Puebla (Udlap) a la Fundación Mary Street Jenkins y a la Fundación de la Udlap.
Por este motivo, dejó sin efecto las medidas cautelares que propiciaron la incursión con policías estatales en la mencionada casa de estudios para devolver el campus al único patronato de la Udlap, presidido por Margarita Jenkins de Landa.
También ordenó levantar el aseguramiento de cuentas bancarias que fueron intervenidas en diversas instituciones para reintegrarse a sus usuarios, es decir, la Fundación de la Universidad de las Américas Puebla, al igual que el campus universitario sea materialmente devuelto de manera inmediata a través del juez local en Cholula, Puebla.
En julio, Tomás Zurita García, juez Tercero de Distrito en Materia de Amparo Civil, Administrativa y de Trabajo y Juicios Federales en el estado de Puebla, ordenó a Roberto Yáñez Quiroz, juez 24 Civil del TSJCdMx que cumpliera con la suspensión provisional.
Ante la actitud contumaz, el juez federal advirtió al juzgador local que iba a dar parte a la Fiscalía General de la República (FGR) por desacato.
Por su parte, la Fundación Mary Street Jenkins informó que la intervención al campus universitario fue respaldada por Miguel Barbosa, gobernador de Puebla.
“(…) ha sido revertida judicialmente y cualquier obstáculo que se fabrique para impedir que regrese el inmueble de la Udlap, compromete de forma irreversible el ciclo escolar de la institución, peligrando con ello los anhelos de 10 mil familias que verían truncada la formación universitaria de sus hijos, que al día de hoy no han podido recibir sus clases por la ilícita toma ordenada por el gobernador Barbosa y sus secuaces”, señaló.
La Universidad de las Américas Puebla fue tomada el 29 de junio por la Policía Estatal de Puebla, así como por personal de la Fiscalía General del estado, lo anterior presuntamente al existir una orden de desalojo aparentemente a consecuencia de una disputa legal con la familia Jenkins por la marca y el logotipo de la universidad.
(milenio.com)