El próximo 5 de junio, Hidalgo será “la batalla de Okinawa” del Partido Revolucionario Institucional (PRI), la penúltima defensa que tendrá el PRI para detener el avance de Morena hacia su más importante bastión: el Estado de México; y aunque va en coalición con los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática (PRD), múltiples factores indican que podría perder.
Durante la Guerra del Pacífico, la isla de Okinawa se convirtió en un punto clave para derrotar moralmente al imperio japonés y se colocaron a 550 kilómetros de la isla de Japón, y para el PRI significa eso; pone en juego al Estado de México, alertan especialistas.
“Perder Hidalgo para el PRI, uno de sus principales baluartes, sería, en términos geográficos, la antesala de que el próximo año pueda perder el Estado de México. Ya nada detendría la cargada para conquistar esa entidad, entonces ya no tendríamos al Revolucionario Institucional desde Veracruz hasta el centro”, comentó el politólogo y catedrático Enrique López.
Por 93 años, el estado de Hidalgo ha sido controlado por el PRI, sin embargo, el rezago en materia de infraestructura, el poco desarrollo económico, división al interior del partido y ser la entidad que menos aporta al Producto Interno Bruto (PIB) nacional entre sus estados vecinos, es lo que ha permitido que el partido Morena se expandiera con fuerza.
El partido tricolor llega muy debilitado a la elección. La cercanía del gobernador Omar Fayad con el presidente Andrés Manuel López Obrador ha ocasionado que los hidalguenses lo llamen “el gobernador priísta más morenista”, comenta Enrique López, al advertir que en el estado circulan las versiones de que “hay negociaciones muy avanzadas para que, al terminar las elecciones y permita que entre Morena, tendrá como premio una embajada en un país extranjero”.
A esto se le suma que el grupo de Miguel Ángel Osorio Chong en Hidalgo, que tenía una gran fuerza y control político en la entidad, en parte heredado de otros ex gobernadores, como Jesús Murillo Karam quedó muy desgastado después del sexenio anterior y ahora está paralizado ante Morena, lo que tiene al PRI en una declive en Hidalgo.
“De manera que la mesa está servida para que se dé una alternancia. Ahora ¿por qué es importante Hidalgo para el PRI? Porque de aquí se emanaron grupos políticos muy importantes con resonancia a nivel nacional, por ejemplo, la familia Rojo Lugo; también otro grupo importante es Jesús Murillo Karam y, por el último, Miguel Osorio Chong, que está debilitado dentro del PRI en Hidalgo,” comenta Enrique López.
Y la persona que encabezará la defensa del PRI es Carolina Viggiano, quien, junto a su familia, es identificada en aquella entidad como priísta de abolengo. Sin embargo, lo hará bajo los colores del Partido Acción Nacional (PAN), porque, a pesar de ir en coalición, la Comisión Política Permanente del PRI otorgó la designación al partido blanquiazul.
Algo que el especialista califica como un “error estratégico” porque, históricamente, los hidalguenses no se identifican con el PAN y podría jugar en contra de la candidata.
De ser el partido con mayor cantidad de territorio controlado en las elecciones de 2021, el PRI pasó de tener 12 entidades a quedarse sólo con cuatro frente a Morena, que ahora controla 17 estados, quedándo solamente con Oaxaca, Hidalgo, Coahuila y Estado de México.
La batalla de Okinawa duró 82 días, fue una de las más sangrientas en la historia de la Segunda Guerra Mundial y dejó sumamente débil al imperio japonés ante el ejército nortemericano.
El próximo 5 de junio se sabrá si se repite la historia en territorio hidalguense.
(milenio.com)