Tepic.- El hombre conocido como el más longevo en Nayarit, Salvador Amesola Ontiveros, falleció la víspera, a la edad de 121 años, por causa de una neumonía en el Hospital Central de esta ciudad.
El hombre nacido el 9 de noviembre de 1894, en la Hacienda del Refugio, en el municipio de Amatitlán, Jalisco, estuvo recientemente internado por complicaciones en las vías respiratorias, su cuerpo será cremado y velarán sus restos en su domicilio en esta ciudad.
En agosto de 2013, Don Chavita, como le conocía la gente, dio una entrevista en la cual mencionó que llegó a Tepic, no recordaba en qué año, porque le ofrecieron tierras para cultivar, y a trabajar como carpintero, oficio que dejó de practicar.
Luego de abandonar las tareas del campo, Don Chava se dedicó a varios oficios, sin embargo, tallar juguetes para niños, como carritos, sillas, mesas y muñecos fue su pasión.
“La madera empecé a trabajarla con la gente de la colonia, a arreglar sus cosas, y a muchos niños a hacerles juguetes, sillitas, mesas con cajas de maderas o jabas, como les dicen aquí en Tepic”, explicó.
“También hacía arados, yugos, herramientas de campo, con árboles de copal; bateas y platos de madera, cucharas de palo, que los vendía en el tianguis” contaba el anciano, quien vendía sus últimos trabajos a las afueras de su casa, de la Colonia Heriberto Casas.
Don Salvador vivía con su hija menor Antonia y su perra Susuki, quienes lo cuidaban y acompañaban.
Se sentía feliz, sobre todo por llegar a su edad, sin vicios, “yo he sido muy feliz, desde que estaba en el campo y lo que he vivido”.
Según su hija menor, Antonia Amesola González, su padre podría ser el hombre vivo más viejo en la entidad, porque autoridades locales lo reconocieron y certificaron.
Antonia, la menor de 13 hermanos, decidió quedarse al cuidado de su padre y hacer una pausa en su vida secular “para mí significa mucho; yo soy monja y me di cuenta que mi padre estaba solito y pedí permiso para estar con él”, afirmó.