Mérida.- La discriminación en la familia y la escuela, es la principal causa por la cual muchos estudiantes con discapacidad ven limitada sus posibilidad de acceder a una escuela pública.
La coordinadora de orientación educativa y tutorías de la Dirección de Educación Media Superior, Dalia Guadalupe del Pilar Hevia Jiménez, aseguró que el apoyo de la familia para una persona con discapacidad o necesidades educativas especiales es vital para incorporarse con éxito a la educación pública formal, sostuvo.
Es en los hogares, dijo, donde muchas veces se asuma una conducta de negación de la existencia de un problema de discapacidad en alguno de los miembros de la familia.
Al presentar la ponencia denominada “El proceso de integración del estudiante con necesidades educativa con o sin discapacidad en la educación media superior: preparatorias estatales”, subrayó que la familia es vital para el éxito de una persona con discapacidad que desea incorporarse a la educación pública.
Expuso que cuando una familia está al pendiente del alumno, el maestro se siente motivado y comprometido a buscar opciones de capacitación para ayudar al estudiante a aprende.
“Si hablamos de la escuela -continuó- el llamado que hacemos a los maestros es a vencer el miedo, a conocer a su alumno especial, pero en general sus alumnos para descubrir y explotar sus potencialidades, en vez de señalarlo por sus características físicas: el chaparrito, el gordito o su actitud, el relajista, el grosero”.
Tras exponer el caso de Didier Quintal Cutz, un joven con problemas de déficit de atención e hiperactividad, citó que fuera del hogar “vemos que estos jóvenes tienen que enfrentarse a la negativa de algunos profesores por enseñarles”.
Señaló que en la escuela también han detectado escasa información sobre el tema de inclusión y escasa sensibilización a estudiantes sobre el mismo; así como desconocimientos de términos básicos de educación especial, que muchas veces solo implica para los alumnos con necesidades educativas, acompañamiento y tutoría.
“Una de las cosas más importantes que podemos hacer a la familia de un alumnos con discapacidad para tener éxito en la escuela pública formal, es mantenerse informada de las actividades que realiza el hijo”, indicó.
Recomendó dejarlo elegir el espacio para realizar sus tareas y estudiar en la casa, proporcionarle el material que necesita, así como establecer rutinas ordenadas, recompensar de manera afectiva y verbal los logros obtenidos por el alumno.
Recordó el caso de Didier, quien debió abandonar la secundaria por rechazo de profesores y compañeros, concluyendo con éxito su educación en el sistema de Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), con resultados exitosos en materias como matemática e inglés.
En este caso, Didier es un joven que tienen problemas con las matemáticas en el proceso formal de aprendizaje en el nivel medio superior, incluso sabe que se va a ir a extraordinario, pero esto le permite prepararse mejor y pasar con excelentes calificaciones la materia.
“Por eso creemos que es necesario que el docente explique mejor las instrucciones para una actividad escolar, que sea concretas, cortas y en un lenguaje positivo acompañado de contacto visual y proximidad. Otras acciones pueden son realizar reuniones de evaluación con el cuerpo docente para identificar logros del alumno; mantener informado al orientador educativo de todo el proceso de formación y trabajar en la sensibilización con el grupo de clase.