Chiapa de Corzo, Chis.- A tan solo 100 metros del caudaloso río Grijalva, en medio de dos milenarias ceibas, se yergue el Ex Convento de Santo Domingo, cuyos trabajos de remodelación permiten preservar esta joya arquitectónica.
El inmueble está dedicado a difundir y contribuir al desarrollo de las actividades culturales e históricas, manifestaciones que representan las tradiciones más importantes que han dado identidad a esta región.
La directora de la Casa de la Cultura Ex Convento Santo Domingo, Adriana Martínez Salazar, informó que el inmueble del siglo XVI fue incluido el 6 de mayo de 1972 en el Catálogo Nacional de Monumentos Históricos Inmuebles.
En entrevista, expuso que el recinto alberga símbolos pictóricos en forma de paloma, águila, pavo real, jarro de flores, los cuales representan la influencia árabe y quizás la mano de obra indígena.
La inversión para la remodelación ascendió a 101 millones de pesos. Los primeros cambios al edificio fueron en el techo y la techumbre que se encontraban en muy malas condiciones, casi a punto de caer, luego se cambió el piso, la iluminación, siguieron puertas y ventanas coloniales que recuperan su originalidad.
La teja, madera y fierros tuvieron un tratamiento especial, conforme se preparó cada una de las piezas se fue colocando pieza por pieza, sólo han tenido acceso albañiles, peones, herreros, carpinteros, arquitectos e ingenieros civiles, citó.
Afirmó que, durante un año y medio, el ex convento estuvo cerrado y seguirá así hasta su inauguración proyectada para el mes de octubre.
Martínez Salazar Añadió que hoy se aprecia un cambio total del piso, vigas, tejas, puertas y ventanas de cedro, escalera a base de madera y metal que da acceso a la segunda planta.
“El recinto cuenta con 11 salas, mismas que estaban en desuso por su mal estado arquitectónico, mientras que con su rescate destaca el uso de la Laca, una técnica que consiste en aplicar una mezcla de aceites animales, de vegetales y tierras naturales sobre jícaras, calabazas, aguajes y madera no resinosa”, abundó.
Explicó que con la pasta que se obtiene de la grasa del axe, de la semilla de la chía o del chicalote y de la dolomita, se impermeabilizan, decoran extraordinarias bellas piezas de arte popular características de Chiapas.
La investigadora anotó que las técnicas empleadas en el proceso de la laca son básicamente el maqueado, laca de fondo, esgrafiado, rayado, embutido, perfilado el oro, óleo o aceite, las grasas utilizadas son el axe y el aceite de chía o de chicalote.
También, dijo, se localiza la Sala y Museo Franco Lázaro Gómez, en homenaje a uno de los grandes pintores, alfareros y escultores de Chiapas, quien esculpía máscaras y piezas religiosas, y adelantó que se abrirá una nueva sala de exposiciones de grabadores chiapanecos.
“Se mostrará también la elegancia de los bordados de Chiapa de Corzo, el principal, el traje de la mujer chiapaneca, un bordado tradicional en tul negro, un bordado en cruz y una amplia falta”, continuó.
Actualmente, apuntó Martínez Salazar, se aprecian también bordados sobre bolsas, sandalias, vestidos estilizados de noches y casuales, vestidos de XV años, manteles y caminos de mesa, entre otras prendas.
Asimismo, adelantó que después de que concluyan los trabajos de remodelación se llevarán al cabo varias actividades para la enseñanza del piano, marimbas, pinturas, para relacionar a la sociedad y a la familia con el ex convento, sobre todo los fines de semana.
Por su parte, el director general del Consejo Estatal para las Culturas y las Artes, Juan Carlos Cal y Mayor Franco, indicó que el edificio del Ex Convento Santo Domingo está decorado a la usanza mudéjar, que es una combinación de los estilos árabe y gótico.
Mencionó que el artesanado es de alto relieve y tiene un significado religioso de acuerdo con su origen.
Una de las características de la decoración es el uso de las ajaracas, técnica que consiste en aplicar sobre la pared una argamasa teñida de color rojizo, después tapada con una capa de cal blanca, la cual recorta y raspa para dibujarle los motivos, quedando el fondo del color base, señaló en entrevista.
El artesanado del convento sobre la pared, los arcos llamados “portranquil” hechos entre los años 1681 a 1722 constituyen la obra de mayor relevancia decorativa, insistió el funcionario estatal.
“De la ornamentación con que fue concebido el edificio nos hablan las molduraciones de las rojizas fachadas, las nervaduras de las bóvedas y los enmarcamientos de las puertas y ventanas, tanto por fuera como por dentro”, siguió.
La mayor parte de las ajaracas se encuentra en el corredor del ex Convento, en las paredes del lado norte, del lado sur, en el interior del comedor de los frailes y de las religiosas.
Las hojas y flores que resaltan en las paredes fueron utilizadas por religiosas por considerarlas como símbolos de buena suerte, la pintura y los relieves son una magnífica arquitectura que se muestra hoy al mundo.
En la parte superior del arco que da acceso a la sala Alejandrino Nandayapa se encuentra una ajaraca de forma circular y que representa el sello que utilizaba la orden religiosa de los frailes dominicos.
El convento cayó en desuso en el siglo XVI y fue desmantelado en fecha desconocida, razón por la que se llevaron al cabo algunas reparaciones y reconstrucciones importantes en la década de 1960.
En 1993 el edificio abrió sus puertas al público como Centro Cultural Ex Convento de Santo Domingo y con su remodelación se busca preservar, promover, fortalecer y difundir las manifestaciones culturales de la región.