Oaxaca.- Al son del jarabe, chilenas, versos y en un ambiente festivo, hoy se realizó la tradicional Comida de la Hermandad, encuentro étnico que es la antesala a los Lunes del Cerro.
Este evento, año con año refrenda los lazos de cultura y tradiciones que unen a los pueblos y comunidades de las ocho regiones de Oaxaca.
En esta convivencia, la Diosa Centéotl 2015, representada este año por la joven Indira Tanivet Jarquín Vásquez, de la delegación del Barrio de las Chinas Oaxaqueña, también dio la bienvenida a sus hermanos de las ocho regiones.
Así, en un ambiente festivo, las mujeres y hombres de las ocho regiones de Oaxaca, ataviados con sus trajes regionales, compartieron el pan y la sal, su música y tradiciones.
Ahí estaban las chinas oaxaqueñas, las anfitrionas de los Lunes del Cerro, conviviendo con sus hermanas de Tuxtepec, aquellas que hacen vibrar la Rotonda de las Azucenas con su Flor de Piña.
También los jamás conquistados de San Pedro y San Pablo Mixe, así como de Santa María Tlahuitoltepec, dialogaban con sus hermanos, los imponentes danzantes de la pluma de San Jerónimo Tlacochahuaya y San Bartolo Coyotepec.
Las rimas y versos picarescos de Santiago Jamiltepec no faltaron, al igual que la picardía de las y los istmeños de Santo Domingo Tehuantepec y Juchitán de Zaragoza.
De igual forma, los de San Jerónimo Tecoátl, de San Melchor Betaza y de Santos Reyes Nopala felicitaron a sus paisanos de la Heroica Ciudad de Tlaxiaco, por los 100 años de su “Canción Mixteca”, obra del autor oaxaqueño José López Alavez, dedicada a la Tierra del Sol, a la tierra de todos.
De esta manera, una vez más y como cada año, los pueblos de Oaxaca refrendaron su solidaridad y compartieron su guetza, la misma que ha traspasado fronteras y que han hecho de la Guelaguetza, la celebración étnica más grande de América Latina.