El ex gobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez, deberá permanecer en prisión preventiva luego de que una jueza se negara a modificar la medida cautelar.
El ex mandatario y sus abogados argumentaron que su estado de salud es grave, que sufrió un infarto y su vida está en riesgo; también dijeron que él lleva más de dos años en prisión, periodo establecido por la ley como el plazo máximo en que se puede dejar vigente la cautelar de prisión preventiva.
Sin embargo, la jueza de control Delia Meléndez declinó modificar la cautelar tras una larga audiencia.
Juez deja caso por amistad con abogados
Inicialmente el caso estaba en manos del juez Humberto Chávez Allende, pero este se excusó por tener relación de amistad con los nuevos abogados que incorporó Duarte Jáquez, informó personal de Comunicación Social del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Chihuahua.
La diligencia, realizada este lunes, estaba programada para que se dictara el auto de apertura a juicio oral, pero el tribunal difirió la apertura para el 24 de abril a las 9:30 horas debido a que la defensa del político presentó un dispositivo, que al parecer contenía las pruebas, dañado.
Duarte Jáquez se inconformó por el cambio de juez y a la vez reconoció a la nueva juzgadora como imparcial; también reclamó el diferimiento del auto de apertura a juicio oral señalando que lo argumentado no es una razón real para aplazarla.
“Me llama la atención que esa posición en una verdadera condición de desventaja con el gobierno que vaya que lo conozco, tienen las herramientas y los elementos suficientes para conocer, hacer y deshacer con la información, lo que se requiera”, afirmó.
Después de que se difirió la diligencia, los abogados pidieron la revisión de la cautelar para ello presentaron los resultados de un electrocardiograma, una constancia médica en materia de neurología; una constancia emitida por la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), datos de una empresa que da el servicio de renta de brazaletes electrónicos y unas escrituras, entre otros datos.
Como parte del informe médico se estableció que Duarte sufrió un infarto, que presenta un peso de 109 kilogramos, tiene 59 años, una obesidad grado uno e hipertensión de larga evolución.
En su defensa, Duarte Jáquez argumento que el 28 de marzo pasado sufrió un derrame nasal y cree que en esa fecha sufrió un infarto; además, dijo que personas acusadas de otros delitos graves como robo, violación e intento de homicidio se les ha permitido enfrentar el proceso penal en libertad, pero a él no se le permite porque es un perseguido político.
“La única conclusión es que soy un botín político como lo manifesté hace unos días… es real mi afección cardiaca, de que estoy en un grave riesgo. Yo no sé si puedan entender lo que les voy a decir, a mis espaldas se encuentran mis tres hijos, mi esposa no puede estar aquí, y en esa condición, por ellos he callado mucho de quejarme y no me quejó tampoco porque no pretendo ser víctima, pero sí exijo mi derecho humano, exijo que se me trate como persona, exijo una condición de permitirme una atención médica adecuada y bajarme la presión que me han metido en los limitantes sobre a la atención médica y por otra parte a presión que se me ha generado entorno a mi proceso penal”, afirmó Duarte ante de que se resolviera respecto a la cautelar.
Duarte fue detenido el 8 de julio del 2020 en Miami, Florida, y entregado al gobierno de México el 2 de junio del 2022; está acusado de los delitos de peculado y asociación delictuosa y permanece recluido en el penal Aquiles Serdán ubicado en la capital del Estado de Chihuahua.
(milenio.com)