Tuxtla Gutiérrez.- Las Cascadas de Agua Azul, ubicadas a 133 kilómetros de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, son uno de los paisajes de excelencia en esta entidad y forman parte de los más conocidos del patrimonio natural de México.
Desde el punto más alto de este afluente hasta el lugar más bajo, el turista puede apreciar el tono azul-turquesa del agua, la abundante vegetación y sentir la brisa provocada por la intensidad con la que fluye sobre grandes piedras, poco antes de se precipite al río Tulijá.
Desde lo alto se enriquece la combinación de colores entre el de los animales y el de sus aguas, el blanco que resalta de sus cascadas, donde turistas disfrutan la belleza acostados en la llanura o en las piedras en las márgenes.
El río avanza lentamente, parece un laberinto, se desliza en medio de una vegetación variada, se perciben una diversidad de olores, incluso al amargo extraordinario del follaje, testigo de las caídas y remansos que lo forman.
A ese panorama se suman miles de mariposas sobre las márgenes del afluente, mientras que a lo lejos, proveniente de la selva, se escucha el rugido del jaguar, el cual habita en una zona rica en fauna, entre la que destacan también el tapir, el tucán y la guacamaya.
Algunos visitantes prefieren caminar sobre las márgenes del agua de las cascadas, donde observan letreros y atienden las recomendaciones; otros se disponen a nadar en sus albercas naturales que forman las caídas.
El sitio cuenta con suficientes servicios para el paseante, por lo que la estancia es cómoda, placentera y es posible disfrutar como fluye el abundante líquido, su estruendo al chocar contra las rocas y sentir el viento acompañado de humedad selvática.
Asimismo se puede escuchar el canto de los pájaros, el sonido que emiten los saraguatos, también conocidos como monos aulladores, y la bulla de los extranjeros.
Los viajeros especializados y con un sentido de aventura más pronunciado pueden hacer uso de guías de la localidad, perteneciente al municipio de Tumbalá, que se localiza sobre la carretera internacional que comunica de Ocosingo a Palenque.
Son varios los puntos en los que los ríos de Chiapas presentan características que los turistas aventureros buscan para navegar o disfrutar los rápidos, las caídas y las albercas naturales.
Al norte de Agua Azul se localiza la majestuosa caída de agua Misolhá, de unos 30 metros de altura, que emana una brisa que se expande en un amplio diámetro y que baña gran parte de la vegetación en las altas montañas del norte de Chiapas.
Agua Clara, entre Agua Azul y Palenque, es un centro ecoturístico, donde se puede apreciar el agua color turquesa del río Shumuljá, que por sus corrientes rápidas, pero navegables, atraen a los turistas que gustan de remar en kayak.
En el lugar, zona de protección de flora y fauna, se cuenta con hoteles y cabañas, pero también existe infraestructura hotelera muy cerca, debido a que tan sólo 64 kilómetros se ubica la ciudad de Palenque.
Por otra parte, en la cabecera municipal de Ocosingo, también existe una oferta hotelera que puede ser una opción para quien llega a las Cascadas de Agua Azul, o hacia la vía que comunica a la zona arqueológica de Palenque.
El presidente de la Federación Turística de Chiapas (Fedetur), Mauricio Penagos Malda, sostuvo que las Cascadas de Agua Azul son un gran atractivo para el turismo mundial.
Chiapas, abundó, es una entidad ubicada estratégicamente, cuenta con una oferta de 18 mil 600 habitaciones, donde lo que distingue a los prestadores de servicios es la calidad.
También informó que en los últimos años han visitado territorio chiapaneco unos cuatro millones 200 mil turistas, que en promedio han dejado una derrama económica de cerca de 14 millones de pesos y gran parte de éstos proceden de quienes pasean por Palenque.
En este contexto, puntualizó que ha aumentado la ocupación de hospedaje, la afluencia y la opción por los grandes centros ecoturísticos como Agua Azul y un ingrediente adicional es la calidad de la gastronomía.
Por su parte, el presidente de la Asociación Estatal de Agencias de Viajes, Adán Angel Coutiño, informó que se trabaja para fortalecer los productos turísticos y se impulsan acuerdos con las instituciones, que abonen a una mayor atracción de visitantes y cada vez hay una mayor participación activa de la iniciativa privada.
La promoción, añadió, se lleva a cabo a nivel local, nacional e internacional, por ello la afluencia turística está en todas partes del estado. Hay quien arriba por carretera y otros por vía aérea, y entre los sitios más visitados están Agua Azul.
Los paseantes son de todas las edades, desde recién nacidos, hasta adultos mayores, de diversas nacionalidades, pero sobre todo europeos.