Al recibir del Instituto Electoral del Estado (IEE) la constancia que la acredita como triunfadora en la elección del pasado 6 de junio, la gobernadora electa de Campeche, Layda Sansores San Román, aseguró que devolverá la ética a la política y que el estado “dejará de ser un pueblo arrodillado”.
Luego de recibir el documento que acredita su triunfo con 139 mil 883 votos, Sansores San Román se dirigió a militantes y simpatizantes de Morena que la esperaron afuera de la sede estatal del Instituto Electoral, incluso bajo la lluvia, para reiterar sus compromisos y llamar a una insurrección pacífica de un pueblo que quiere vivir y dejar de estar arrodillado, como lo tuvo el PRI, por más de 92 años.
Recordó que durante el gobierno de su padre, Carlos Sansores Pérez, se construyó la casa del PRI y adelantó que ahora será ella quien construya su tumba.
“Hoy, a mí me toca construir su tumba, es el destino; el PRI dio lo que tenía que dar y no supo medir el hartazgo del pueblo, un pueblo que decidió por el cambio verdadero”.
Sansores San Román aseguró que Morena no compró ni un voto a través de despensas, ni pagó casa por casa sino que afirmó, el pueblo decidió y puso a su gobernante.
Reiteró su compromiso con las mujeres, a las que dijo, entregará al menos el 50 por ciento del gabinete. “Es el tiempo de las mujeres que ya no se dejarán controlar, somos dueñas de nuestro destino pero no queremos la separación, y a través de un hombre también nos abrazamos”, sostuvo.
Antes, la comisionada del Partido del Trabajo, Ana María López, agradeció el triunfo y consideró que no hay pretexto para no cumplirle a Campeche; “el pueblo es el que está de fiesta porque es y será el que siempre va decidir el triunfo”.
(milenio.com)