Toronto, Can.- Cuando Tamara Vega arribó a la meta no hizo más que desfallecer. Su cuerpo no pudo más tras el esfuerzo hecho al final de la última prueba –tiro/carrera- del pentatlón moderno, con el afán de alcanzar a la brasileña Yane Marques, quien a poco estuvo de perder el oro.
Fue una de estas tardes para recordar. El sol sobre el campo de Toronto hizo que la mexicana se sintiera como en casa. Desde el inicio de la competencia se adentró en su mundo. La esgrima marcó el inicio de su travesía.
Con su diestra mantuvo el control de las acciones para ir en busca del objetivo que siempre pensó. Luego nadó con fuerza y en cada brazada manifestó el deseo de estar en el medallero. Sergio Escalante, su entrenador, la alentó a su manera.
“Vamos, con fuerza y jala, jala”, exclamó, al tiempo que en su mano izquierda con el crono marcó el ritmo en la pileta del Centro Acuático y Campo Deportivo que se abrió ante el poder de la mexicana. Pero la brasileña Yane Marques, quien venía por el bicampeonato, no cejó en su intento por dobletear.
En ambas pruebas, la sudamericana terminó primero y dejó en segundo Tamara Vega. Un poco más abajo la debutante Mayan Oliver, quien se aferró al deseo y puso en marcha su talento en una de las pruebas, en donde, dicen, se deja el alma.
La canadiense Donna Vakalis también estaba en la pelea, su temperamento la hace ir más por seguir a la mexicana. En la etapa final, tras la equitación, en donde Vega lo hizo limpio, se siente el aliento de ir por el podio.
En la etapa de tiro-carrera, un destino incierto espera a Tamara Vega y a Mayan Oliver. Las canadienses Vakalis y Melanie McCann son impulsadas por su público, que se entrega y festeja cada paso.
Con cierto momento de espera, salen una a una las competidoras. Primero Marques, medallista de bronce en Londres 2012, luego Tamara Vega que se ve fuerte y con determinación en cada zancada que acompaña con la precisión en la diestra.
Se acorta la distancia y la brasileña ve cómo las dos mexicanas están cerca. El laberinto trazado en el campo canadiense hace que las tres crucen mirada. La “amazónica” con su experiencia se aferra al sitio de honor, pero la juventud de Tamara se aventura a la exigencia.
Las piernas parecen explotar y los pulmones a exigir. La brasileña, con todo, a metros de la meta y la mexicana la acecha, la presa se escapa y en cuestión latidos se esfuma el oro. Marques repite el título que estuvo por perder y Vega entra con un grito de impotencia.
“Me faltaron unos metros, estaba por lograrlo. Fueron algunos momentos que de estar la meta un metro adelante en donde la colocaron sí le gano”, dijo. Su cuerpo desvaneció al final de la carrera y en su cabeza rodó la medalla de oro, que fue de plata y además con plaza para México a los Juegos Olímpicos Río 2016.