Caracas.- Para cazar los alimentos y productos básicos que escasean en los mercados, las venezolanas se han vuelto expertas cazadoras que han recurrido desde el “ojo de halcón” hasta las redes sociales para lograr su cometido.
Una de las tácticas más usadas por las amas de casa es ver las bolsas plásticas de los mercados de las personas que van de salida de un supermercado para dilucidar los productos que se consiguen.
“Yo tenía varias semanas sin conseguir aceite hasta que el lunes iba caminando y vi botellas de aceite en las bolsas de mercado de varias personas, ahí decidí preguntar y me dijeron que había, así que hice la fila y compré”, comentó una usuaria.
Asimismo, una fila prolongada es el mejor indicio de que llegó un producto escaso a un supermercado, por lo que las filas suelen atraer a más y más personas para generarse una suerte de fenómeno de “bola de nieve”.
El defecto de estas prolongadas filas, según comentan los propios usuarios, es que la larga espera bajo el sol genera elevados niveles de agresividad y hasta peleas que dejan varios heridos, por lo que muchos temen por la seguridad de sus seres queridos.
“Cuando hay filas demasiado largas vengo con mi mujer porque la gente suele estar más agresiva y no quiero que en caso de haber una pelea ella esté aquí sola”, dijo Andrius Espinoza, un carpintero que trabaja por su cuenta.
Este temor se ve alimentado por los videos que suelen publicarse en redes sociales como Facebook o Youtube, donde se ven a numerosas personas peleando a puño limpio por conseguir pañales, azúcar o harina recién llegada.
Las mencionadas redes sociales, también conocidas como “2.0”, han ido ganando peso entre la gente, por lo que tampoco es raro cadenas de mensajes por Facebook, Twitter o WhatsApp anunciando la llegada de tal o cual alimento a un supermercado.
“A cada rato mando o me llegan mensajes por WhatsApp diciendo que llegó tal producto, así que voy a ese mercado y hago fila junto con la persona que me envió el mensaje”, dijo Ana Díaz, una usuaria de la urbanización Santa Paula, en el este de Caracas.
Sin embargo, las redes sociales también tienen sus desventajas toda vez que las fuentes de la información dejan de ser confiables o que al publicarse la llegada al mercado se genera una fila peor que la que se quería evitar.
Lo único cierto es que, como diría una buena cocinera, “no existe una receta mágica”, para que las amas de casa puedan conseguir los productos que escasean en Venezuela, por lo que el secreto reside en usar bien cada ingrediente.