Ginebra.- El Alto Comisionado de la ONU para Refugiados (ACNUR) manifestó hoy que las medidas establecidas por el gobierno de Ucrania limitan el acceso a las zonas no controladas por el gobierno y demandó acceso irrestricto para agencias humanitarias.
“Estas restricciones de movimientos hacia o desde las regiones de Donetsk y Luhansk en el este del país complican y hacen mucho más difícil la situación de los desplazados mientras que se intensifican los combates”, dijo en rueda de prensa la vocera del ACNUR, Karin de Gruijl.
“No nos dejan pasar por los puestos de control, a veces por razones de seguridad y a veces por razones que no han sido del todo claras para nosotros”, refirió.
El número de desplazados internos forzados a dejar sus hogares por la violencia no es preciso, pero según datos del gobierno oscila entre los 659 mil (Servicios de Emergencia del Estado) a 921 mil (Consejería de Política Social), indicó.
Por otra parte, alrededor de 245 mil 510 ciudadanos ucranianos han solicitado protección internacional en la Federación de Rusia según lo informado por las autoridades.
En tanto que unos 244 mil 326 ucranianos aplican para otras formas de estancia, como solicitudes de ciudadanía, de residencia temporal/ permanente, programa de reasentamiento a compatriotas y muchos están usando el acuerdo de libre visado.
Asimismo, el número de los ucranianos en busca de seguridad a otros países vecinos también ha aumentado.
De acuerdo con el ACNUR, desde enero de 2014, unas 663 han buscado asilo y 59 mil 637 persiguen otras formas de estancia en Bielorrusia, dos mil 253 han pedido asilo y 28 mil 852 han solicitado otra forma de residencia en Polonia, en tanto que en Moldavia 140 pidieron asilo y cinco mil 344 otra forma de estancia.
En la Unión Europea 11 mil 187 ucranianos han solicitado protección internacional, con la mayoría de las solicitudes presentadas en Polonia (dos mil 253), Alemania (dos mil 205) y Suecia (mil 255).
Por otra parte, la organización humanitaria Médicos sin Fronteras afirma que la situación de los civiles atrapados en la zona de conflicto “es ahora grave”.
“Los médicos han estado bajo intensa presión durante meses frente a miles de heridos y desplazados”, dijo en un comunicado Loïc Jaeger, jefe adjunto de la misión de MSF en Ucrania.
“La intensificación de los combates sólo ha exacerbado la escasez ya aguda de medicamentos esenciales tales como antibióticos, analgésicos y materiales de sutura. Los médicos y enfermeras que trabajan en los hospitales cerca del frente se han esforzado hasta el punto de ruptura”, enfatizó.
Además, refirió que durante todo el conflicto, los centros de salud no se han salvado de la lucha y en la última semana solamente tres instalaciones médicas en Donetsk y Luhansk se han visto afectadas por proyectiles o cohetes.
El 19 de enero, el Hospital No. 3 de Donestsk fue alcanzado por un cohete, a pesar de estar situado en el centro de la ciudad, al menos, a siete kilómetros de la línea del frente.
“Los bombardeos de las instalaciones médicas, ya sean indiscriminados o selectivos, son absolutamente inaceptables y violan el derecho internacional humanitario”, afirmó Jaeger.
“Entrar y salir de la zona de conflicto se está volviendo más y más difícil, tanto para la población civil y los equipos de MSF que intentan brindar asistencia”, agregó.
“El lunes y el martes, nuestro equipo intentó entregar suministros médicos de urgencia a un hospital de la ciudad de Gorlovka en Donetsk, pero los camiones fueron rechazados en los controles”, deploró.
“Todavía no hemos sido capaces de entregar los suministros. Con la situación de los civiles en rápido deterioro, es fundamental que todas las partes permitan que llegue la ayuda humanitaria a quienes la necesitan desesperadamente”, urgió.