Nueva York.- El Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos (FWS) trituró hoy en la céntrica plaza de Times Square, en Nueva York, una tonelada de marfil confiscado a traficantes como parte de un esfuerzo mundial para frenar la acelerada pérdida de elefantes africanos.
Realizado en una de los puntos neurálgicos de Nueva York, el evento tuvo la intención de enviar el mensaje de que el tráfico ilegal de marfil no será tolerado en Estados Unidos, así como de aumentar la consciencia sobre la posibilidad de que algunas especies de elefantes enfrentan el riesgo de extinción.
Colocados sobre una banda motorizada, docenas de colmillos de elefantes fueron desplazados poco antes del mediodía hasta una máquina trituradora que expulsaba los fragmentos a un contenedor.
El acto de hoy siguió a la trituración de seis toneladas de marfil en diciembre de 2013 en Estados Unidos, lo que inspiró a otros países a tomar medidas similares para detener el tráfico ilegal de marfil, con un valor estimado de mercado de 20 mil millones de dólares anuales.
Will Gartshore, responsable de políticas publicas del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), expresó que la trituración celebrada este viernes fue más que un acto simbólico, y que representa una muestra sobre la seriedad con que el gobierno de Estados Unidos ha tomado el tema.
Gartshore indicó que el gobierno de Estados Unidos emitirá en verano una nueva legislación con el propósito de cerrar la puerta por completo al tráfico ilegal de marfil en este país, y para evitar que la demanda local juegue un papel en la caza furtiva de elefantes.
La caza ilegal de elefantes en el centro de África (así como de rinocerontes, cuyos cuernos son asimismo apreciados en el mercado ilegal de marfil) ha tomado proporciones alarmantes en los últimos años, de acuerdo con expertos.
Cada año son cazados por sus colmillos unos 300 mil elefantes en todo el continente africano. Tan sólo en Tanzania, la población de elefantes se redujo en 60 por ciento en los últimos cinco años, lo que equivale a la pérdida de 70 mil de estos animales.
Para algunos científicos, la baja acelerada de elefantes de bosque (la más pequeña de tres especies de estos paquidermos en África) significa que su extinción, en términos de su estructura social y de sus conocimientos acumulados como especie, es prácticamente irreversible.
“Las enormes cifras de elefantes perdidos tienen un impacto muy significativo en la especie, más allá de la simple baja de población. Tiene un efecto profundo en la ecología y la estructura social de estos animales”, afirmó Gartshore.
De acuerdo con Gartshore, la caza furtiva de elefantes está además ligada con los conflictos actuales en varios países, como la República Democrática del Congo, la República Centroafricana, Sudán del Sur y Sudán.
Varios observadores han establecido, además, que parte de las ganancias del mercado ilegal de marfil financia directamente grupos militantes y terroristas como los Yanyauid, Boko Haram o el Ejército de Resistencia del Señor, un bien conocido reclutador de niños soldados.
Pese a la situación, Gartshore asentó que existen motivos para el optimismo, no sólo por el compromiso de Estados Unidos.
China, que es por mucho el más grande mercado para estos productos, anunció su intención en mayo pasado de eliminar por completo el comercio ilegal de marfil en el país.
“Si China logra cumplir su plan, eso sería un enorme paso en la dirección correcta. Y, sí, creo que hay en general muchas razones para tener esperanza”, explicó Gartshore.