Vagones de un tren de carga seguían en llamas el sábado expulsando un humo denso tras un descarrilamiento que provocó una orden de desalojo y una declaración de estado de emergencia en una aldea de Ohio cerca del límite estatal con Pensilvania.
Unos 50 vagones se descarrilaron en East Palestine a las 9:00 de la noche del viernes cuando el tren transportaba una variedad de productos desde Madison, Illinois, a Conway, Pensilvania.
De momento no ha habido información sobre la causa del descarrilamiento y tampoco se han reportado heridos ni daños a estructuras.
El alcalde de East Palestine, Trent Conaway, declaró el estado de emergencia por un “descarrilamiento de tren con materiales peligrosos”.
Las autoridades monitoreaban la calidad del aire a lo largo de una zona de un kilómetro y medio que recibió la orden de desalojar y no ha habido registros peligrosos que reportar, agregó Conaway.
Norfolk Southern informó que el tren transportaba más de 100 vagones, 20 de los cuales estaban clasificados como medio de traslado de materiales peligrosos. Esos materiales son definidos así para la carga que podría representar cualquier tipo de peligro “incluyendo riesgos inflamables, combustibles o ambientales”.
El jefe de bomberos, Keith Drabcik, dijo que lo que más preocupaba a las autoridades era un envío del químico cloruro de vinilo, pero funciones de seguridad en el vagón que lo transportaba aún se hallaban activadas.
El cloruro de vinilo, usado para elaborar la resina de plástico rígida policloruro de vinilo usada en una variedad de productos plásticos, está asociada con un aumento de cáncer hepático y otros cánceres, según el Instituto Nacional del Cáncer del gobierno federal.
Cuadrillas de emergencia mantendrán su distancia hasta que las autoridades ferroviarias indiquen que es seguro acercarse, dijo Drabcik.
“Cuando sea el momento de entrar y extinguir el incendio, mis hombres lo harán”, sostuvo. Agregó que también en los vagones había otros químicos y que funcionarios pedirán una lista de ellos a Norfolk Southern y las autoridades federales.
Se ordenó la retirada de los bomberos de la zona inmediata y se usaron sistemas sin personal para lanzar agua para proteger algunas áreas, incluyendo negocios que también podrían contener algunos materiales preocupantes, informaron funcionarios.
Las temperaturas gélidas complicaron las tareas ya que el agua que bombeaban los camiones se congeló, dijo Conaway.
Funcionarios indicaron que 68 agencias de tres estados y una serie de condados respondieron al descarrilamiento, que sucedió a unos 82 kilómetros al noroeste de Pittsburgh y a 32 kilómetros del extremo norte de Virginia Occidental.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés) dijo el sábado que estaba “enviando un equipo para investigar” el descarrilamiento, y que el miembro de la junta, Michael Graham, “fungirá como portavoz en el sitio del accidente”.
Conaway dijo que las tomas aéreas mostraban “un enredo de vagones” con incendios todavía activos y denso humo emanando del lugar mientras las autoridades trataban de determinar qué había en cada vagón a partir de los letreros en el exterior. La orden de desalojo y las advertencias de no salir seguirán vigentes hasta nuevo aviso, se informó.
El área desalojada incluye a entre mil 500 y 2 mil de los entre 4 mil 800 y 4 mil 900 residentes del pueblo, pero se desconocía cuántos realmente fueron afectados, explicó Conaway.
Las autoridades acondicionaron una escuela secundaria y un centro comunitario para albergar a decenas de personas. Entre las pocas docenas de residentes que se refugiaron en la escuela secundaria se encontraba Ann McAnlis, quien dijo que un vecino le había enviado un mensaje de texto sobre el accidente.
“Tomó una foto del brillo en el cielo desde el frente de su casa”, dijo McAnlis a la televisora WFMJ. “Fue entonces cuando supe lo grave que era esto”.
(milenio.com)