Los votantes en Suiza avalaron una propuesta para elevar un año la edad de jubilación de las mujeres de 64 a 65 años, informó el domingo la emisora pública SRF.
El plan para reformar el sistema de pensiones plantea que las mujeres trabajen un año más antes de tener derecho a las prestaciones de jubilación completas. La edad de retiro de los hombres ya es a los 65 años.
El proyecto es parte de una reforma ya aprobada por el Parlamento, pero que requiere aprobación de los electores, y también implicaría aumentar el impuesto al valor agregado para aportar a los fondos en el sistema de pensiones. Las autoridades dicen que el número de jubilados está creciendo más rápido que el número de trabajadores.
Se considera que estos pasos son necesarios para apuntalar el fondo de pensiones durante la próxima década.
SRF informó que la medida fue aprobada por 50.6 por ciento de votos a favor y 49.4 por ciento en contra. El respaldo fue más fuerte en las partes de habla alemana de Suiza, mientras que la mayoría de los cantones (estados) de habla francesa e italiana votaron en contra.
Los opositores dijeron que la reforma recaería completamente sobre los hombros de las mujeres, cuyo salario a través del plan de jubilación suele ser menor que el que reciben los hombres, y acentuaría las desigualdades y la injusticia que, según dicen, han acosado durante mucho tiempo a las mujeres en Suiza.
Por otra parte, los electores votaron también por una propuesta para mejorar las condiciones de vida del ganado, pero fue rechazada por un 63 por ciento, según SRD. El plan fue presentado por grupos ambientalistas que quieren terminar con la “cría intensiva”, donde los animales a menudo están confinados en espacios reducidos, y requieren condiciones de vida más humanas para ellos.
El Parlamento y el Poder Ejecutivo se opusieron a la propuesta, argumentando que haría subir los precios y que los “animales de producción” ya están bien protegidos y tratados en Suiza.
También argumentaron que causaría dolores de cabeza administrativos al prohibir la importación de productos que no cumplan con los estándares suizos y requieran inspecciones en el extranjero.
Los partidarios insisten en que la medida es necesaria para garantizar que el ganado se mantenga en condiciones de vida adecuadas.
El año pasado, unos 80 millones de animales fueron engordados y sacrificados en Suiza, un 50 por ciento más respecto de la generación anterior.
(milenio.com)