Jartum.- Sudán celebró hoy la primera de las tres jornadas de elecciones presidenciales y legislativas, las primeras desde que el país se dividió con el sur en 2011, con el presidente Omar Hasan al-Bashir como favorito y el boicot de la oposición.
Alrededor de 13.3 millones de ciudadanos fueron convocados a las urnas para elegir entre este lunes y el próximo miércoles a su nuevo presidente entre 16 candidatos, así como a los mil 72 aspirantes al Parlamento, según cifras de la Comisión Nacional Electoral.
Los colegios electorales de Sudán abrieron sus puertas este lunes a las 08:00 horas locales (05:00 GMT) en los 18 estados de Sudán y cerrarán a las 18:00 horas locales (15:00 GMT) del miércoles para que los ciudadanos participen en los comicios.
El presidente de la Comisión Nacional Electoral, Mojtar Al Asm, precisó que los resultados definitivos serán presentados el próximo 27 de abril, una vez que finalice el escrutinio, según la agencia sudanesa de noticias SUNA.
El Ministerio sudanés del Interior anunció que unos 70 mil miembros de las fuerzas de seguridad fueron distribuidos en todo el país para garantizar la seguridad durante la jornada electoral.
Los comicios cuentan con la presencia de observadores y representantes de 15 organizaciones internacionales, entre ellas la Liga Árabe y la Unión Africana.
Un total de 16 candidatos se disputarán la presidencia de Sudán, entre ellos al-Bashir, quien llegó al poder en abril de 1989 mediante un golpe de Estado que derrocó al primer ministro Sadeq al Mahdi.
Los principales partidos de la oposición anunciaron que boicotearán las elecciones, entre ellos el Partido de la Uma (la nación), el mayor de la oposición y presidido por Al Mahdi; así como el partido de la Conferencia Popular (PCP) y el Partido Comunista.
La alianza de la oposición ha llevado a cabo una campaña contra los comicios bajo el título de “Erhal”, que en árabe significa “Vete”, en referencia al actual mandatario sudánes.
La Unión Europea (UE) advirtió que estas elecciones no pueden “ofrecer un resultado creíble y legítimo”, ya que se ha evitado el diálogo y algunos grupos están] excluidos.
Al-Bashir ha prometido “seguridad y estabilidad política y económica” durante su nuevo mandato de cinco años, pero será una tarea difícil, ya que el país está prácticamente aislado y bajo embargo estadunidense desde 1997 por las presuntas violaciones de los derechos humanos.
Bajo el mandato de al-Bashir, la economía sudanesa se ha tambaleado durante años y ha seguido empeorando a raíz de la secesión de Sudán del Sur en 2011, que hizo perder a Jartum casi tres cuartas partes de sus recursos petroleros.