El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, anunció hoy el endurecimiento de las medidas para contener el coronavirus después de conocerse que la variante Delta, altamente transmisible, está dominando las infecciones en la tercera ola en el país, que podría ser peor que las anteriores.
“Nos encontramos ante una ola devastadora que, según todos los indicios, parece que será peor que las anteriores. El pico de esta tercera ola parece que será más alto que los dos anteriores”, declaró Ramaphosa en un discurso a la nación.
“La primera ola duró 15 semanas. La segunda ola duró 9 semanas. No sabemos cuánto durará, pero todo indica que podría durar más. Sé que es lo último que muchos de ustedes quieren oír”, añadió el presidente sudafricano al anunciar el nivel 4 de alerta en el que no se encontraba el país desde mayo de 2020.
Debido a que las medidas adoptadas hasta ahora “podrían no ser suficientes”, Ramaphosa informó sobre nuevas restricciones como la prohibición de todas las reuniones, tanto en interiores como en exteriores, y el adelanto a las 21:00 horas del toque de queda y a las 20:00 horas de los establecimientos no esenciales, como restaurantes, bares y gimnasios.
También queda prohibida la venta de alcohol y las escuelas cerrarán a finales de la próxima semana.
Sudáfrica se mantiene desde el inicio de la pandemia como el gran epicentro de covid-19 en África y ha contabilizado más de 1.9 millones de casos, de los cuales cerca de 60 mil han fallecido.
La tercera ola de contagios en el país está golpeando sobre todo a la central provincia de Gauteng, donde se encuentran Johannesburgo y Pretoria, representando en este momento más del 60 % de los nuevos casos en el país.
“Debido a la carga de infecciones en Gauteng, se prohibirá viajar dentro y fuera de la provincia con fines de ocio. Esto no incluye viajes de trabajo, negocios o comerciales, tránsito por aeropuertos o para el transporte de mercancías”, advirtió el presidente.
Ramaphosa insistió también en la importancia de la vacunación contra covid-19 al señalar la difusión de noticias falsas en las redes sociales y de boca en boca que afirman que la vacuna no es segura, que puede enfermar o que no funciona.
“Debemos recordar que algunas personas vacunadas aún pueden infectarse, independientemente de la variante, porque ninguna vacuna es 100 % efectiva”, declaró el presidente sudafricano.
“Lo más importante es que cualquiera de las vacunas que estamos implementando lo protegerá contra enfermedades graves, hospitalizaciones y, lo más importante, la muerte”, añadió.
Sudáfrica ha administrado hasta ahora vacunas de Johnson&Johnson y Pfizer a más de 2.6 millones de personas, lo que representa un 4.5 % de la población del país africano.
Ramaphosa ya había anunciado el pasado 15 de junio un endurecimiento de las restricciones para contener la tercera ola de contagios, cuando el número medio de nuevas infecciones diarias se estaba duplicando, aumentaban los ingresos hospitalarios y las muertes por covid-19 estaban ascendiendo en casi un 50 %.
(milenio.com)