A pesar del toque de queda, Minneapolis vivió su segunda jornada de protestas por la muerte de Daunte Wright, un joven afroamericano que murió a manos de la policía el pasado domingo (11.04.2021). El fallecimiento, supuestamente accidental de Wright, ha revivido todo el malestar por el racismo que se vive a diario en Estados Unidos, recordando además la muerte de George Floyd.
Además del toque de queda decretado por los alcaldes de las ciudades gemelas Minneapolis y Saint Paul y en los tres condados del área metropolitana, incluyendo Hennepin, donde ocurrió el incidente, un millar de soldados de la Guardia Nacional patrullan las calles para evitar más desbordes. No obstante, cientos de personas se aglomeraron para una vigilia en el cruce del suburbio de Minneapolis donde Daunte Wright fue abatido. Y hasta ahí fue trasladada una escultura de un puño cerrado desde el lugar donde Floyd fue asesinado.
Poco antes de las 21.00 (hora local), cerca de dos horas después de la entrada en vigor del toque de queda, decenas de manifestantes continuaron agitando sus pancartas y cantando consignas bajo la lluvia, frente a la estación de policía de la ciudad de Brooklyn Center. Los manifestantes desafiaron a la policía a través de la cerca nuevamente erigida alrededor de la comisaría y levantaban pancartas que leían “Encarcelen a todos los policías asesinos racistas”, “¿Soy yo el próximo?” y “Sin justicia no hay paz”.
Como respuesta, la policía disparó gas lacrimógeno varias veces hacia los manifestantes y les ordenó dispersarse.
Según el informe policial, Daunte Wright fue detenido en su auto para un control de tránsito y al comprobar que tenía una orden de detención trataron de apresarlo, a lo que Wright se habría resistido, por lo que un agente sacó su arma de fuego en lugar de su taser (pistola eléctrica inmovilizadora) y disparó contra el joven ocasionándole la muerte. “Fue una descarga accidental que resultó en la trágica muerte” de Wright, dijo el comandante de la policía de esa localidad, Tim Gannon.
La noche del lunes, las autoridades judiciales del estado de Minnesota publicaron en un comunicado la identidad de la agente involucrada. Kimberly Potter, policía de Brooklyn Center desde hace 26 años, que fue suspendida. En el video del incidente, registrado por la cámara de la policía, se ve a los agentes sacar al joven del vehículo e intentar esposarlo. Pero él se resiste y vuelve a sentarse en el auto. Se escucha a la policía gritar “Taser, Taser”. En su lugar se escucha un disparo. “Maldita sea, le disparé”, dice la mujer mientras el hombre, herido mortalmente, arranca en su auto, que se estrella unas calles más adelante. Hasta ahora, no está claro cómo la agente confundió su arma con el taser.
(dw.com)