Nueva York.- Pese a que el mundo cumplió en lo general con los Objetivos de Desarrollo del Milenio y se lograron notables avances en los últimos 25 años, persisten las desigualdades entre regiones y países, y quedan aún muchas brechas que zanjar, apuntó hoy la ONU.
En el más reciente informe sobre los avances de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (la serie de ocho indicadores en que destaca la reducción de la pobreza mundial a la mitad entre 1990 al 2015), la ONU asentó que pese a los éxitos logrados en la consecución de estas metas, las deficiencias perduran.
El documento asegura que el número de personas que vive en la pobreza extrema ha disminuido en más de la mitad, de los mil 900 millones en 1990 a 836 millones en 2015. Sin embargo, precisa que los avances han sido muy desiguales entre países y regiones.
Los mayores progresos en el mundo sucedieron gracias en buena medida al combate a la pobreza en China e India, en tanto que las naciones en conflicto son las que suelen padecer las tasas más altas de miseria.
En general, el mundo vio una baja de 68 por ciento en la proporción de personas que viven con menos de 1.25 dólares diarios, lo que es considerado como el umbral de la pobreza. Mientras que 36 por ciento de la población subsistía con este ingreso en 1990, en 2015 era el 12 por ciento.
En todas las regiones en el mundo se consiguió disminuir a la mitad, o más, a la población que subsiste con menos de 1.25 dólares diarios, excepto en la zona menos favorecida del mundo: África subsahariana.
Entre 1990 y el 2015 se redujo en 28 por ciento el porcentaje de personas que vivía con este ingreso en África subsahariana. Hace 25 años, el 57 por ciento de los habitantes de esta región vivía con este ingreso, en tanto que ahora es 41 por ciento.
En América Latina se disminuyó el porcentaje de población que vive con este ingreso en 66 por ciento en 25 años, y pasó de representar el 13 por ciento en 1990 al cuatro por ciento de los habitantes en 2015.
El informe de la ONU advirtió que “eliminar el resto de la pobreza extrema y el hambre será un reto”, debido a que muchas de las personas en estas condiciones habitan en “contextos frágiles” y en zonas de difícil acceso.
“El acceso a buenas escuelas, cuidado de la salud, electricidad, agua potable y otros servicios críticos sigue siendo difícil de conseguir para muchas personas, y es a menudo determinado por estatus socioeconómico, género, etnicidad o geografía”, explicó el informe.
El documento alertó además que para muchas personas que han logrado salir de la pobreza, el progreso es a menudo frágil y pasajero, y que las crisis económicas, la inseguridad alimentaria y el cambio climático amenazan con despojarlas de los avances que han alcanzado.
El informe documentó asimismo una tendencia inquietante: la reducción en la tasa de la población en edad de trabajar que tiene efectivamente un empleo.
“En tanto que la economía global ha entrado en un nuevo periodo que combina más lento crecimiento, profundización de las desigualdades y turbulencia, el empleo no se está expandiendo lo suficientemente rápido para estar al nivel de la cada vez mayor fuerza de trabajo”, puntualizó.
En ese sentido, la tasa de población con empleo en el mundo ha caído de 62 por ciento en 1991 a 60 por ciento en 2015. De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, más de 204 millones de personas están desempleados en 2015, más que antes de la recesión de 2008 y que hace 25 años.
Pese a los pendientes, la ONU resaltó que los Objetivos de Desarrollo del Milenio ha sido el esfuerzo de reducción de pobreza más exitoso en la historia, que demuestra que incluso los países más pobres pueden progresar con intervenciones bien dirigidas, recursos adecuados y voluntad política.
Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, consideró en un mensaje durante la presentación del informe que los Objetivos han enseñado cómo los gobiernos, las empresas y la sociedad civil pueden trabajar juntos para lograr avances transformadores.
“Gracias a la obtención de logros profundos y continuos, ahora sabemos que la extrema pobreza podría erradicarse en la próxima generación”, afirmó el titular de la ONU.