Rusia suspendió el sábado su participación en el acuerdo que permite exportar cereales desde puertos ucranianos, esencial para la seguridad alimentaria mundial, tras denunciar un ataque contra sus navíos en Crimea y atribuirlo a Ucrania y Reino Unido. Adrienne Watson, vocero del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, afirmó que, con esta nueva suspensión, Moscú está “convirtiendo los alimentos en armas”.
Rusia tomó esa decisión debido a la “acción terrorista del régimen de Kiev con participación de expertos británicos contra la flota del mar Negro y contra buques civiles que brindan seguridad a los corredores de granos”, anunció el Ministerio de Defensa ruso.
El acuerdo entre Kiev y Moscú, sellado en julio con la mediación de Naciones Unidas y Turquía, permitió exportar millones de toneladas de grano bloqueados en los puertos ucranianos desde el inicio de la ofensiva rusa en Ucrania, el 24 de febrero. El bloqueo provocó una disparada del precio de los alimentos en todo el mundo e hizo temer hambrunas.
“Están convirtiendo la comida en armas”
Tras la suspensión del acuerdo, Estados Unidos acusó a Rusia de “convertir los alimentos en armas, impactando directamente a las naciones necesitadas”.
“Rusia nuevamente está tratando de usar la guerra que comenzó como un pretexto para convertir los alimentos en armas, impactando directamente a las naciones necesitadas y los precios mundiales de los alimentos, y exacerbando las crisis humanitarias y la inseguridad alimentaria que ya son graves”, dijo la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Adrienne Watson, en un comunicado.
No hay “ninguna razón para que hagan eso”, dijo luego Biden a los periodistas, al calificar de “sencillamente indignante” la suspensión por Moscú del acuerdo, que había sido anunciado como fundamental para aliviar la crisis alimentaria mundial causada por la invasión rusa de Ucrania.
El canciller ucraniano, Dmytro Kuleba, denunció que Moscú usaba “un falso pretexto” e instó a la comunidad internacional a “exigir que Rusia ponga fin a sus juegos del hambre y se comprometa nuevamente a respetar sus obligaciones”. Mientras que la ONU consideró “vital que todas las partes se abstengan de cualquier acción que pueda poner en peligro un acuerdo que tuvo un “impacto positivo” en la distribución de alimentos en el planeta.
Afirmaciones falsas
Las autoridades de la península de Crimea, anexada por Rusia en 2014, anunciaron la madrugada del sábado que barcos de la flota rusa del mar Negro habían repelido un ataque con drones en la bahía de Sebastopol y que todos los artefactos habían sido derribados.
“La preparación de esta acción terrorista y la formación del personal militar del 73º centro ucraniano de operaciones marítimas especiales fue llevado a cabo por especialistas británicos basados en Ochakov, en la región de Mikolaiv, en Ucrania”, aseguró el Ministerio ruso de Defensa en Telegram.
El Ministerio de Defensa del Reino Unido rechazó esas acusaciones y alegó que lo único que busca Moscú es “desviar la atención de su desastrosa gestión de la invasión ilegal de Ucrania”, mediante “la difusión de falsas afirmaciones de dimensión épica”.
El ejército ruso también acusó al Reino Unido de estar implicado en las explosiones que provocaron fugas en septiembre en los gasoductos Nord Stream 1 y 2 en el mar Báltico, construidos para transportar gas ruso a Europa.
La portavoz de la diplomacia rusa, Maria Zajarova, señaló que Moscú llevaría ese asunto, así como el de los ataques con drones ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
Múltiples ataques
Los ataques contra Crimea se han multiplicado en las últimas semanas, en paralelo al avance de una contraofensiva ucraniana en dirección de la ciudad de Jersón, cercana a la península que sirve de base de retaguardia a la operación militar rusa.
El gobernador de Sebastopol, Mijaíl Razvojayev informó el jueves que la central térmica de Balaklava fue alcanzada por un ataque con dron.
En agosto, las autoridades rusas habían denunciado dos ataques contra su flota, basada en esa ciudad.
El 31 de julio, un dron aterrizó en el patio del Estado Mayor de la flota, hiriendo a cinco empleados y provocando la cancelación de todas las celebraciones previstas con motivo del Día de la Flota Rusa.
Y a principios de octubre, el puente de Crimea, una infraestructura clave que conecta la península con Rusia, inaugurado en 2018 por el presidente ruso, Vladimir Putin, fue dañado por la explosión de un camión bomba.
En el terreno, el ejército ucraniano informó de combates en las regiones de Lugansk y Donetsk (este) y en especial cerca de Bajmut, la única zona donde las tropas rusas han progresado en estas últimas semanas.
Los separatistas prorrusos que combaten junto a las tropas de Moscú anunciaron un nuevo intercambio de prisioneros con Kiev, de medio centenar de cada lado.
En el frente sur, periodistas de la AFP señalaron combates de artillería en la zona de Kobzartsi, la última localidad del lado ucraniano antes de la línea de contacto con los rusos.
Las fuerzas ucranianas y rusas se preparan para la batalla de Jersón, la capital regional, donde las autoridades de ocupación han evacuado a decenas de miles de civiles, en un movimiento calificado de “deportación” por Ucrania”.
(milenio.com)