El presidente de NSO, Asher Levy, dimitió el martes de su cargo al frente de esa empresa israelí, fabricante del polémico software Pegasus, una semana después de que se destapara que el programa fue utilizado por la Policía de Israel para espiar a ciudadanos sin orden judicial.
“Contrariamente a lo publicado en algunos medios me gustaría aclarar que no existe conexión entre la terminación de mi cargo y las publicaciones recientes vinculadas a NSO”, indicó Levy en un comunicado remitido a EFE por la empresa.
El diario hebreo Calcalist destapó la semana pasada que la policía israelí había utilizado Pegasus para rastrear sin orden judicial los teléfonos de civiles israelíes, incluidos alcaldes, ex funcionarios y activistas que lideraron las protestas contra el entonces primer ministro, Benjamín Netanyahu, e incluso a un político de alto rango, aunque no se desvelaron las identidades de los afectados.
“Cualquier intento de presentar este movimiento como una renuncia actual como resultado de cualquier publicación relacionada con NSO es completamente falso”, subrayó hoy Levy, que justificó su renuncia como resultado del cambio de propiedad de la empresa, que en agosto de 2021 pasó de pertenecer de la Fundación Novelpina al Fondo BRG.
Según Levy, que presidía NSO desde abril de 2020, él notificó a los nuevos propietarios que creía conveniente que ellos nombraran a un nuevo presidente, pero permaneció en el cargo “hasta que se designó un reemplazo en nombre del nuevo Fondo a fines de 2021”.
La noticia del periódico Calcalist sacudió Israel y enseguida tanto el Controlador Estatal de Israel, como el fiscal general, o la Comisión de Seguridad de la Knéset (Parlamento israelí) han anunciado la apertura de sendas investigaciones sobre el caso.
En respuesta a la investigación periodística, el jefe de la Policía, Kabi Shabtai, no negó hoy el uso de Pegasus, aunque precisó que algunas informaciones del reportaje son “incorrectas” e insistió en que “todo se llevó a cabo con las debidas garantías legales y supervisiones”.
Shabtai sí desmintió que Pegasus fuera utilizado para espiar a los manifestantes del movimiento “Bandera Negra”, que lideró protestas masivas y recurrentes contra Netanyahu entre 2020-21 cuando este ocupaba aún la jefatura del gobierno para exigir su dimisión tras ser acusado por corrupción.
Una investigación periodística global reveló en 2021 que Pegasus había sido utilizado por gobiernos de todo el mundo, desde Arabia Saudí hasta México, para espiar a activistas, defensores de derechos humanos, periodistas y políticos, incluido el presidente francés, Emmanuel Macron.
Como resultado, EU impuso sanciones contra su fabricante, la empresa israelí NSO Group, vetando su acceso a la tecnología estadunidense; mientras que Israel endureció el control de sus exportaciones cibernéticas.
La empresa siempre sostuvo que sus productos están destinados a perseguir a terroristas y criminales, aunque no puede controlar cómo sus clientes los utilizan.
“Estoy lleno de aprecio por NSO, la tecnología que salva vidas que desarrolla, la gerencia y los empleados de la empresa, y las políticas éticas sin precedentes que la empresa ha adoptado”, afirmó Levy al abandonar la empresa.
(milenio.com)