Saná.- Rebeldes chiítas houthis lograron hoy tomar el control de puntos estratégicos de la central Taiz, la tercera ciudad más importante de Yemen, poco antes de que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas celebre una reunión de emergencia para examinar la crisis.
En medio de cruentos enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, leales al presidente Abd-Rabbu Mansour Hadi, combatientes houthi, a bordo de tanques y vehículos blindados, tomaron esta tarde varios edificios del gobierno y una prisión, entre otros sitios públicos.
Los rebeldes cruzaron la ciudad, tras obligar a las tropas gubernamentales a retroceder a la vecina ciudad de Adén y de tomar el control del aeropuerto de Taiz durante la noche del sábado y la madrugada de este domingo, según un reporte de la televisión Al Yazira.
Fuentes militares yemenitas confirmaron esta mañana que los houthis se apoderaron del aeropuerto de Taiz, pese a las protestas de cientos de personas que rechazan a los rebeldes y al expresidente Ali Abdullah Saleh, a quien acusan de respaldar a los combatientes chiítas.
Según activistas y residentes de Adén, los combatientes houthi se aliaron con miembros de la antigua Fuerza de Seguridad Central, una unidad leal a Saleh, que lucha contra las tropas gubernamentales para derrocar al presidente Hadi.
La televisión satelital qatarí informó que hombres armados houthi disparos al aire para dispersar a los manifestantes que protestaban en su contra para obligarlos a regresar a sus hogares, mientras que otros tantos recorrían la ciudad a bordo de vehículos militares.
Ante el deterioro de la situación, el gobierno de Estados Unidos ordenó este domingo la evacuación de todo su personal diplomático de Yemen y respaldó el llamado de Hadi de una “intervención urgente” de Consejo de Seguridad de la ONU ante la posibilidad de un golpe de Estado en su contra.
“Debido al deterioro de la seguridad en Yemen, el gobierno de Estados Unidos ha trasladado temporalmente a su personal fuera de Yemen”, indicó el portavoz del Departamento de Estado estadunidense, Jeff Rathke.
Un vocero de la embajada de Yemen en Washington confirmó este domingo que su país se tambalea al borde de una guerra a gran escala.
“Odio decir esto, pero estoy escuchando el latido fuerte y claro de los tambores de guerra en Yemen”, indicó Mohammed al-Basha en un mensaje colocado en Twitter.
Ante el agravamiento de la crisis y los atentados contra varios templos en Saná el viernes pasado, que dejaron más de 150 muertos, el Consejo de Seguridad de la ONU confirmó que celebrará este domingo una reunión de emergencia para abordar la crisis en Yemen.
La reunión en Naciones Unidas estará destinada a abordar la grave crisis política y de seguridad que vive Yemen desde hace meses.
Los houthis, que desde 2004 han protagonizado varias revueltas para ganar una mayor presencia en la norteña provincia de Saada, tomaron el año pasado el control de los medios de comunicación estatales y edificios gubernamentales en Saná, incluida la sede de la Inteligencia yemení.
El presidente Hadi prometió la víspera, en su primer discurso televisado desde que huyó de Saná a principios de año por la intensificación de los combates, dar un duro golpe a los rebeldes houthi que atentan contra la “legitimidad constitucional”.
También se comprometió a levantar la bandera de Yemen sobre las montañas Maran, un bastión de los houthis, una secta chiíta zaidí que representa casi el 30 por ciento de la población de Yemen, lo que, según analistas, había alentado a los rebeldes a tomar Taiz.