Buenos Aires.- La iniciativa de reforma a los servicios de espionaje de Argentina provocó hoy un debate entre la celebración del oficialismo y las críticas de la oposición que ya anticipó que votará en contra de la propuesta en el Congreso.
La medida fue propuesta por la presidenta argentina Cristina Fernández y es considerada como histórica.
En este marco la noche del lunes, la mandataria anunció la disolución de la Secretaría de Inteligencia, mejor conocida como SIDE, en medio de la crisis que enfrenta su gobierno por la muerte del fiscal Alberto Nisman, quien la acusó de haber pactado la protección de terroristas iraníes.
La SIDE tuvo siempre un halo tenebroso e infundía temor, pues era sinónimo de operaciones de espionaje con fines de extorsión, manipulación política y ocultamiento de pruebas en algunos de los casos que más conmocionaron a la opinión pública de este país.
De ser aprobada la reforma, la SIDE será sustituida por una Agencia Federal de Inteligencia (AFI) que transparentará y limitará sus funciones, lo que, según dijo Fernández, “es una deuda que tenía la democracia”.
La desaparición de la SIDE fue una añeja demanda de un sector de la oposición a la que la presidenta cedió luego del escándalo provocado por la muerte del fiscal que investigaba el ataque ocurrido en 1994 en la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y que causó 85 muertos.
Desde que Nisman fue encontrado muerto, el pasado 18 de enero, el gobierno denunció que tanto esa tragedia como la denuncia en contra de Fernández, formaban parte de una operación de espías inconformes con la “limpia” promovida en los servicios de inteligencia.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, amplió este martes los detalles sobre el proyecto de ley que la semana próxima comenzará a debatir el Congreso.
La AFI “implica un nuevo enfoque desde el punto de vista de la inteligencia, de su organización”, indicó Capitanich.
Subrayó que “existe la decisión política, que es estratégica” para garantizar que el espionaje telefónico deje de ser controlado por el Poder Ejecutivo y pase a manos de un órgano extra poder.
Desde la oposición, uno de los primeros en pronunciarse fue el jefe de gobierno de Buenos Aires y precandidato presidencial, Mauricio Macri, quien anticipó que su partido votará en contra porque la iniciativa del gobierno le produce desconfianza.
“Queremos un grupo de expertos que se dedique a combatir el narcotráfico y el terrorismo, pero en estas décadas nos transmitieron más miedo que tranquilidad”, afirmó.
Advirtió que la Secretaría de Inteligencia, “no cambia con una modificación de su nombre. Tienen que empezar a protegernos y no ser usados para el carpetazo y el apriete (extorsión)”.
Macri está procesado en una causa por espionaje ilegal, y aunque el juez decidió no enviarlo a juicio oral y público al considerar que no había pruebas suficientes, sí serán juzgados funcionarios que él mismo nombró, en especial Jorge “Fino” Palacios, su primer jefe policiaco al que defendió con fervor incluso cuando fue acusado.