Bruselas.- La Comisión Europea (CE) propuso hoy que la Unión Europea acoja en su territorio 20 mil desplazados “en clara necesidad de protección internacional” y prometió destinar 50 millones de euros (56 millones de dólares) a la iniciativa entre 2015 y 2016.
La idea forma parte de un paquete de medidas diseñado para responder a la emergencia humanitaria causada por el creciente flujo de inmigrantes irregulares en el mar Mediterráneo.
Las plazas serían repartidas entre todos los 28 países de la mancomunidad de acuerdo con el tamaño de la población local, la renta nacional, el nivel de desempleo y el número de refugiados ya acogidos anteriormente.
La CE presentará una propuesta legislativa en ese sentido a finales de mayo. Los tratados europeos conceden a Reino Unido e Irlanda el derecho de optar por no participar de la iniciativa, a la vez que excluyen a Dinamarca definitivamente.
Desde 2013 la UE ha creado 38 mil plazas de asilo para refugiados sirios desplazados en otros países.
Alemania ha concentrado 79 por ciento de ellas y Suecia otro 7.0 por ciento, mientras que el 14 por ciento restante se repartieron entre los demás países de la mancomunidad.
De acuerdo con el sistema propuesto, Alemania continuaría cargando el mayor peso migratorio, pero su cuota se reduciría de 26 a 18.42 por ciento del total de refugiados.
La nueva política propuesta por la CE contempla, además, accionar un mecanismo temporal de redistribución de los refugiados que ya se encuentran en el territorio europeo, con el fin de aliviar la presión sobre los países más afectados por la oleada de inmigrantes irregulares.
El Ejecutivo presentará hasta el final del año una propuesta legislativa para tornar dicho mecanismo permanente y hacer que se accione de manera automática cada vez que se detecte un flujo masivo de inmigrantes.
El vicepresidente de la CE, Frans Timmermans, reconoció que la introducción de cuotas de refugiados enfrenta el fuerte rechazo de algunos países y de parte de la opinión pública europea.
Para que se acepte, la CE sostiene que es necesario acelerar los procedimientos de análisis de pedidos de asilo y de expulsión de las personas cuyas solicitudes son denegadas.
“Sí, es un desafío, y sí, habrá un debate que genere escepticismo. Pero no se puede decir que hay que evitar que la gente muera y, al mismo tiempo, quedarse callados cuando se habla de estrategia”, defendió Timmermans.
El plan del Ejecutivo también pasa por evitar que los emigrantes lleguen a embarcar en los barcos que intentan la travesía del Mediterráneo.
Para ello, la CE llevará adelante su proyecto de misión naval para identificar las redes de tráfico que operan en el norte de África y destruir las embarcaciones que emplean, una acción que depende todavía del aval del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
En paralelo, implementará en Níger un centro piloto “multifunciones” que tendrá por misión proporcionar información a quienes buscan llegar a Europa, procesar pedidos de reasentamiento y ofrecer ayuda para un retorno voluntario a sus países de origen a aquellos que no se reconozcan como refugiados.
En el pilar dedicado a combatir las causas de la inmigración irregular, la CE pretende reforzar sus programas de desarrollo en los países africanos.
Propone destinar “al menos” 30 millones de euros a los principales países de origen para que “desarrollen sus capacidades para gestionar de manera eficiente la migración laboral” e impulsar el reclutamiento de trabajadores extranjeros en los sectores europeos que carecen de mano de obra.
La propuesta se completa con el refuerzo de las capacidades de la Agencia Europea de Control de Fronteras (Frontex) y la asignación de 25 millones de euros adicionales en ayuda de emergencia a los países donde desembarcan los inmigrantes irregulares.
Las ideas serán debatidas por los ministros de Asuntos Exteriores de la UE el lunes y por los titulares de Interior el 15 de junio, antes de ser sometidas a la apreciación de los jefes de Estado y de gobierno, dos semanas después.