La visita a México de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, obedece al interés de su gobierno de aprovechar las reformas estructurales para echar a andar proyectos con empresas brasileñas, además de la intención política y económica de “sanar heridas” entre ambas naciones, consideraron especialistas.
El director de Programas Académicos de la Licenciatura en Negocios Internacionales y Bachelor in International Business del Tecnológico de Monterrey, campus Santa Fe, Manuel Valencia, señaló que hay muchos proyectos alrededor de las reformas estructurales, que se pueden arrancar con empresas brasileñas.
En su opinión, ese será uno de los principales objetivos de la visita y así transmitir al mundo que los “dos grandes” de América Latina son capaces de liderar la región en un trabajo coordinado.
“Es normal que Rousseff venga al país a sanar heridas y a promover la integración comercial entre ambos países”, aseguró el experto.
Expuso que evidentemente hay un gran interés por parte del gobierno de Brasil de dejar en el pasado los roces comerciales con México y sólo seguir hacia adelante.
Valencia aseguró que lejos de críticas o polémica comerciales, durante la visita de Estado de la presidenta de Brasil a México, habrá un diálogo constructivo entre ambos gobiernos.
La finalidad es fortalecer la cooperación entre empresas brasileñas y mexicanas, con base en la apertura para las inversiones extranjeras en México, derivada de las reformas estructurales como la energética y la de telecomunicaciones, así como la industria aeroespacial.
Sin embargo, el especialista consideró que aún es difícil que en la práctica Brasil se abra al ciento por ciento en el intercambio comercial, sobre todo ante la difícil situación económica y financiera que vive actualmente el país sudamericano.
Además de que enfrenta retos muy importantes en materia económica, como es el soportar los gastos para llevar a cabo los Juegos Olímpicos y sus compromisos globales.
El experto reiteró que el mensaje político y económico del encuentro es el de dos naciones con amplio potencial de inversiones, de asociaciones y de nuevos negocios, “pero sobre todo, que los dos países líderes de la región se coordinan y trabajan juntos y comprometidos con el resto de América Latina”.