Los Juegos Olímpicos que cada cuatro años reúnen a los mejores atletas alrededor del mundo, constantemente nos dejan con historias dignas de contar con el paso del tiempo.
En los Juegos de Invierno de 1924 se vivió una historia peculiar, donde el medallista no obtuvo el trofeo a su trabajo hasta medio siglo después.
En la prueba de salto de esquíes, el noruego Thorleif Haug se llevó el último lugar del podio en Chamonix 1924, dejando al estadunidense Anders Haugen en el cuarto sitio.
Cincuenta años después, en 1974 se revisaron nuevamente las calificaciones otorgadas en Chamonix y se encontró un error que duró medio siglo.
Dicha revisión, dejó ver que el conteo en la puntuación en el salto de esquíes fue mal hecha y se cometió un error, por lo que el verdadero ganador del bronce en esta justa olímpica fue el estadunidense Anders Haugen.
Con ello, Haugen tuvo que esperar 50 años para ver el fruto de su trabajo en los Juegos de Invierno y por fin poder colgarse la presea.
(milenio.com)