Islamabad.- Pakistán levantó hoy la moratoria sobre la pena de muerte, después de reanudar parcialmente las ejecuciones por delitos de terrorismo a raíz del ataque a una escuela en Peshawar en diciembre pasado, que dejó más de 150 personas, en su mayoría niños.
El Ministerio paquistaní del Interior confirmó que las ejecuciones se reanudarán para todos los condenados a la pena capital que hayan agotado el proceso de apelación y cuyas peticiones de clemencia hayan sido rechazadas por el presidente de país, según el diario local Dawn.
En vigor desde 2008, la moratoria sobre la aplicación de la pena capital fue parcialmente levantada en diciembre para los condenados por delitos de terrorismo, como parte de las medidas del gobierno a raíz del ataque contra el colegio en Peshawar, en el noroeste del país.
La moratoria de las ejecuciones fue impuesta en 2008 por el entonces presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari, meses después de que su esposa, Benezir Bhutto, murió en un atentado cerca de Islamabad cuando realizaba un mitin proselitista.
Bhuto era una firme opositora de la pena de muerte, quizás porque su propio padre, el ex primer ministro Zulfikar Alí Bhuto, fue ahorcado tras ser depuesto en un golpe de Estado en 1979.
Desde que se reanudaron las ejecuciones en diciembre pasado, Pakistán ha colgado a 24 convictos, mientras que desde 2008 hasta el levantamiento parcial de la moratoria solo una persona ha sido ejecutada: un soldado condenado por un tribunal militar en 2012.
A pesar de la moratoria, los tribunales paquistaníes continuaron sentenciando a muerte, aunque las ejecuciones no se llevaban a cabo.
Los partidarios de la pena de muerte en Pakistán sostienen que es la única manera eficaz de hacer frente a tanta violencia.
Sin embargo, la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán se mostró contraria al fin de la moratoria. “Nos oponemos a la pena de muerte, ya sea por casos de terrorismo o del Código Penal. Ahora habrá más ejecuciones después de la ejecución de 24 convictos”, dijo.
Amnistía Internacional estima que más de ocho mil personas están en el corredor de la muerte en cárceles paquistaníes por alguno de los 28 delitos para los que está prevista la pena capital, entre ellos asesinato, violación y blasfemia.