Ginebra.- La oficina del Alto Comisionado de la ONU para Derechos Humanos (ACNUDH) hizo un llamado urgente al gobierno de Bangladesh para detener la ejecución de Muhammad Kamaruzzaman, líder del partido islamista Jamaat-e-Islami.
El lunes pasado el Tribunal Supremo rechazó su apelación, señaló la portavoz del ACNUDH, Ravina Shamdasani, quien señaló que Kamaruzzaman fue condenado a muerte por cargos de crímenes contra la humanidad.
Según informes del Alto Comisionado el juicio estuvo plagado de irregularidades y no cumplió con las normas internacionales sobre el debido proceso.
Advirtió que debido a serias dudas sobre la imparcialidad del Tribunal el gobierno de Bangladesh debe suspender las sentencias de pena de muerte.
El Tribunal, agregó Shamdasani, ha emitido 16 sentencias y 14 condenas de pena de muerte a miembros de la oposición Jamaat-e-Islami y el Partido Nacional de Bangladesh desde su creación en 2010.
Todos los que fueron condenados fueron acusados de cometer crímenes de lesa humanidad, genocidio y otros crímenes internacionales en 1971. Uno de ellos, Abdul Quader Mullah, fue ejecutado en 2013.
El Comité de la ONU de Derechos Humanos, que interpreta el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos -que Bangladesh ha ratificado-, subrayó que “en los casos de los juicios que conducen a la pena de muerte, el respeto escrupuloso de las garantías de un juicio justo es particularmente importante”.
Además, “cualquier pena de muerte impuesta tras un juicio injusto constituye una violación del derecho a la vida’’.
La ONU se opone al uso de la pena de muerte, incluso para los crímenes internacionales más graves.
“Instamos al gobierno de Bangladesh a imponer una moratoria sobre la pena de muerte y unirse al creciente número de Estados que han abolido esta práctica inhumana’’, dijo ACNUDH.